11.

1K 66 21
                                    

"Problemas de la paternidad"

[...]

[...]

Temprano en la mañana, el primer rayo de luz de la mañana se filtró a través de las rendijas de las ventanas de celosía, moviéndose sobre la en la piel de Utahime.

Parpadeó algunas veces antes de abrir por completo sus ojos perezosamente, solo para encontrar a Satoru apoyado en su costado, con una sonrisa llena de sentimientos profundos mientras la miraba con afecto.

Está mirada ya no le incomodaba tanto como en otras ocasiones. Pero le seguía resultando vergonzoso que la mirarán mientras dormía, ella entró en pánico por un momento y rápidamente se cubrió la cabeza con la colcha.

- Acabo de levantarme y estoy hecho un desastre, por favor no me mire así...-.

- ¿Feo?, incluso tu forma de babear mientras duermes me parece adorable - Utahime avergonzada, lo golpeó con su pierna derecha.

¿Porque tenía que decir cosas tan cursis en aquellos momentos?.

- No digas tonterías-.

- Si eres feo, entonces no quedará belleza en este mundo-.

- No quisiera escucharlo de alguien como tú- no es que Utahime tuviera un complejo de inferioridad, ella estaba orgullosa de su piel pálida y cabellos oscuros, muchos incluso llegaron a elogiar su belleza como la de una muñeca de cerámica japonesa.

Solo que había otra cuestión, la azabache bajó la colcha y miró al hombre recostado de manera provocativa, apoyando su rostro con su mano y sonriendo con orgullo.

Una increíble belleza, de piel ligeramente bronceada, con cabello brillante y sedoso, incluso cuando estaba algo despeinado, sus ojos relucían mientras que sus labios sin lápiz labial o bálsamo eran brillantes y ligeramente rosados.

- ¿Terminaste de admirar a tu esposo? ¿Que tal se siente casarte con el hombre más hermoso del mundo?-.

Si era hermoso, tan repulsivamente guapo, Utahime hizo una mueca ante la ironía del destinó, volviendo a cubrirse con la colcha.

- ¿Ya terminaste de burlarte? Oh..- chilló al sentir el peso de alguien sobre ella que incluso impidió que pudiera respirar bien- ¿¡Que está haciendo!?-.

- Hime, no es conciente de como le dificulta las cosas a su esposo por las mañanas- actuó como una persona herida y triste, Utahime pudo visualizar como fingía tener una lágrima cuando fue liberada de su colcha.

- ¿¡Estás diciendo que soy problemática?!- ¿Le estaba diciendo que causaba problemas? ¿El mocoso más problemático de la escuela? El que todos los días causaba algún problema.

- Si~- incapaz de contenerse, se acercó a su esposa y le plantó un beso en la mejilla, su voz magnética y profunda mezclada con el deseo- mi Utahime es adorable, no importa cuándo, siempre eres increíblemente hermosa-.

- ¿Qué?- Utahime intento calmarse, no quería parecer tan inútil como para caer solo por unas lindas palabras.

- ¿Tienes idea de lo doloroso que es par mi verte? ¿No eres conciente de tu propio encantó? Me encanta verte con tu cabello callendo por tus hombros mientras duermes, pareces tan indefensa y frágil, sobretodo cuando te mueves-.

Le encantaba cuando dormía con las pijamas grandes y cómodas, dónde los pliegues del cuello amenazaban con caerse y revelar parte de su piel. O cuando le daba una hermosa imagen de sus curvas y figuras.

Te esperaré, Nos esperaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora