Parte I. O2

189 28 7
                                    



No veías la hora de que fuera sábado.

Los días pasaban de manera lenta, aburrida.

Solo querías que llegara el bendito sábado. Querías ir al salón de la iglesia y verlo.

Realmente lo único que querías era ver a Lee Minho.

Meses atrás, a principio de año, tus padres querían que salieras más. Querían que tuvieras alguna actividad en la que interactuaras con otros chicos de tu edad, y si era posible, que esos chicos no fueran unos idiotas que te pudieran llevar por "mal camino" -claro, como si no tuvieras nada de personalidad y fuera fácil manipularte-.

Un día les llegó el rumor de que en la iglesia del barrio los sábados daban clases gratuitas de baile, y luego, los jóvenes que asistían se juntaban a leer la biblia y tener pequeñas charlas.

Los habías odiado al momento en que te dijeron que fueras.

Pelearon a los gritos por semanas, hasta que tu padre alfa uso su voz de mando y te obligo a ir.

Estabas odiado. Por tus poros desprendías tu aroma de manera acida. No entendías por que se les había metido semejante idea estúpida, ni siquiera creías en Dios

No sabias ni como empezaba la biblia.

Pero eso a tus padres pareció importarles poco, y te obligaron a ir.

Ahora se lo agradeces.

Todavía recuerdas el momento exacto en que chocaste con Minho. El chico era solo un poco más bajo, y tenía un leve aroma a naranja que te había dado cosquillas en tu nariz, al punto de querer estornudar -cosa que aun sucedía, y que adorabas que te pasara-. Pero lo que realmente se había llevado todo tu interés habían sido sus brillantes ojos.

Hermoso. Solo esa palabra podría describir lo que habías sentido cuando habías visto al beta, su rostro, sus ojos, su todo.

- Lo siento - recuerdas le dijiste, tu voz saliendo ahogada.

Tu lobo hasta había sentido vergüenza ajena al ver cómo te estabas comportando.

- No hay problema - te había respondido con una hermosa sonrisa que dejaba ver sus dientes de conejito - ¿eres Hwang Hyunjin? ¿El nuevo? - te pregunto, por lo que solo te limitaste a asentir tres veces con la cabeza - mucho gusto, soy Lee Minho - se presentó, sus ojos cerrándose al sonreíste, formando aquellas dos pequeñas medialunas.

Y en ese momento supiste que querías verlo sonreír así por el resto de tu vida.

[• • •]

Hacía más de dos meses que tenías una especie de creciente amistad con Minho. Ambos habían resultado ser fanáticos del anime -bueno, en realidad a vos no te gustaban tanto, pero habías visto los que el mayor te había nombrado, y ahora hasta los disfrutabas-.

Habías convencido a tu padre omega -quien se mostró reacio.- para que te dejara invitar a dormir a un amigo con el que practicabas baile en la iglesia.

Tu padre omega solo había aceptado al saber que se trataba de un beta, aunque la verdad sea dicha, había terminado aceptando con duda, casi a regañadientes.

Tenías confianza con tu padre omega. Él siempre te había dicho que podías hablar de cualquier cosa que necesitaras.

- Appa - le llamas ahora sentando en la cocina - hay algo que no te dije - susurras, sonriendo pequeño al mismo tiempo que sentías un pequeño calor en tu rostro.

- ¿Qué hiciste ahora Hyunjin? - preguntó tu padre omega con resignación - por favor, aun no supero la noticia de que te encontraron en el baño de la escuela con una omega.

Construyendo el amor - HyunMinSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora