Construyendo el amor - HyunMinSung

Parte I. O3

- No deberías hablarme ni estar conmigo - susurra el beta sentado en la biblioteca.

Haces un pequeño puchero, aunque realmente esperabas que no te hubiera visto.

- Estoy estudiando - le respondes también en un susurro sentado al lado suyo, fingiendo interés en tu lectura.

Estabas tan pendiente que sentiste como el beta te mira de reojo, luego sus hermosos ojos miran el libro que tienes en mano.

- No sabía que te gustaba leer al revés - susurra y cuando lees el primer párrafo de aquel libro, solo en ese momento notas que está dado vuelta.

Tus mejillas comienzan a arder con fuerza, y tus ojos a picar -odiabas cuando eso pasaba, porque significaba que querías llorar-. Lo miras ahora hasta tu cuerpo girado a su dirección, haciendo un gran puchero, y Minho se ríe, una pequeña pero contagiosa risa.

- No se burle de mi Hyung - susurras bajando tu mirada avergonzada a tus manos.

Sientes como el beta te queda mirando durante eternos segundos en silencio.

Ahora iba a pensar que eras idiota. Genial Jisung. Lo habías arruinado.

- No lo hago carita de ardillita, no me estoy burlando - susurra el beta, pellizcando la punta de tu nariz, haciendo que las enormes ganas que tenías de llorar se aplacaran.

Te le quedaste mirando sorprendido.

¿Dios? ¿Sos vos?

Podrías morir de felicidad. Minho te estaba mirando, te había pellizcado de manera tierna y te estaba sonriendo.

Estabas tan feliz que no pudiste evitar que tu aroma se disparara por toda la habitación. Internamente agradecías ser las únicas personas que estaban en la biblioteca, no tanto por tu persona.

Si alguien te preguntaba, no te daba vergüenza admitir que te gustaba el beta. Pero no querías que Minho sintiera vergüenza de que todos supieran que vos gustabas de él.

De todos modos, sabes que el beta noto lo contento que te habías puesto cuando tú, de por sí, empalagoso aroma a vainilla los comenzó a rodear a ambos.

- ¿Por qué estas empecinado en estar cerca mío omega? - te pregunta con una pequeña sonrisa y bajas la cabeza, sintiendo como ahora hasta tus orejas ardían.

- Porque Hyung me gusta - susurras, queriendo golpearte la boca al darte cuenta lo que acababas de decir, por lo que levantas tu cabeza de golpe, mirando al beta - quiero que seamos amigos - dices rápido, tus cejas frunciéndose al darte cuenta lo que acababas de decir.

No querías ser su amigo.

Querías ser más que eso. Querías que Lee Minho fuera tu novio.

Querías ser su persona especial. Dios, realmente querías ser quien le diera sus cachorros.

De solo imaginarte llevando en tu vientre a pequeños Lee Minhos, podrías morir de la felicidad.

Siempre habías odiado el concepto de omega igual incubadora de cachorros. Ahora realmente no te importaba en lo absoluto.

- No, amigos no... - dices negando con las manos - pero podemos comenzar de a poco... casi como amigos - susurras haciendo un pequeño puchero, y el beta deja caer su cabeza a un costado, sus ojos pestañeando varias veces sin dejar de mirarte.

Tu corazón se aceleró solo por eso.

Ah... realmente te gustaba tanto.

- Eres un omega muy extraño - dice el beta, y no puedes evitar inflar tus mejillas.

- El raro es usted Hyung... en comparación, yo soy normal - te defiendes levantando tu mentón de manera arrogante.

Tu madre alfa siempre decía que eras demasiado orgulloso para tu propio bien. Decía que los omegas no deberían ser tan obstinados.

- Mmm... si... supongo que me gusta lo normal - susurra Minho, mirando ahora hacia la ventana.

Tus mejillas vuelven a arder y simplemente te quedas sentado ahora mirando tu libro abierto sobre la mesa.

No supiste qué más decir, sobre todo cuando notaste como el aroma a naranja se sentía de manera diferente. Era como si de repente la nostalgia se hubiera materializado y tuviera su propio olor.

[• • •]

- ¿Por qué me sigues Jisung? - preguntó en voz alta, sin llegar a gritar, el beta al mismo tiempo que dejaba de caminar.

Te quedaste de pie unos metros atrás y te encogiste cuando Minho se giró y te miro ahora con los brazos cruzados.

- Y-yo... solo me aseguro que llegue sano y salvo a su casa Hyung - respondes mirando al beta por sobre tus pestañas con un pequeño e involuntario puchero.

Minho abrió sus ojos de par en par al oírte, y luego soltó una carcajada tan hermosa para tus oídos que no pudiste evitar la pequeña sonrisa de labios unidos de tu propia boca.

Tu estomago se sentía cálido cuando oías a Minho reír así.

- Un omega cuidando a un beta... ¿no debería ser al revés? - pregunto sin ninguna cuota de maldad en su voz, solo simple diversión y curiosidad, dándote una hermosa sonrisa que dejaba ver sus dientes.

Sus pequeños dientes con forma de conejito.

- Yo puedo cuidarlo Hyung, no soy un omega débil - declaras todo orgulloso, queriendo que el beta te viera como alguien valiente.

Querías que el beta te mirara de verdad, querías que te reconociera.

Querías que te amara.

Somos omegas tonto, no deberías usar frases patéticas y clichés de alfas.

Pero no ibas a caer en la burla de tu omega, no te ibas a sentir avergonzado.

- Vuelve a tu casa Jisung - dijo entonces el beta, pero negaste con tu cabeza.

Estabas decidido a acompañarlo. Fin.

Minho te miro dejando caer su peso en su cadera derecha, y luego de unos segundos suspiró, guardando sus manos dentro del bolsillo del uniforme de su pantalón escolar.

- Vamos, te llevo hasta tu casa - ofreció el beta acercándose hasta donde estabas.

- Pero-

- Eres un omega, yo debería ser quien te lleve a tu casa - interrumpió Minho, acariciando tu cabeza con delicadeza cuando quedó al lado tuyo.

Inflaste tus mejillas mientras te le quedabas mirando con las cejas fruncidas. Bastó con que Minho pellizcara tu nariz para que dejaras salir todo el aire retenido.

- Te ves lindo haciendo berrinches omega - bromeó Minho.

Y algo que suponías debía molestarte, no lo hizo.

Incluso estabas convencido de que habías sentido como hasta tu caprichoso lobo había movido su cola al escuchar aquello.

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