Parte III. O2

153 23 10
                                    



La primera semana fingiste que no te dabas cuenta, la segunda semana intentaste ser vos quien se acercara, la tercera semana sentías que en cualquier momento te ibas a volver loco.

Hyunjin, ese tonto alfa que se comportaba como si en realidad fuera un omega, había puesto una distancia invisible, pero no por ello menos obvia, entre ustedes dos, y la verdad era que ya no sabías como romperla.

Estabas pasándola mal. Realmente extrañabas los brazos del alfa a tu alrededor, extrañabas el calor de su cuerpo en tu lado derecho cuando dormían juntos, su suave respiración acompañada de pequeños y casi inaudibles ronquidos.

La exposición de arte ya había pasado hacía aproximadamente tres semanas. El alfa ya no tenía como excusa para estar encerrado en aquella habitación por horas el trabajo extra. Y aun así, a pesar de ello, de todos modos Hyunjin pasaba todo su tiempo encerrado.

Cuando no estaba afuera, estaba encerrado en aquellas cuatro paredes de su habitación al final del pasillo. Y lo odiabas. Odiabas la situación, odiabas que el alfa los alejara –sobre todo a ti-, y más aún odiabas saber que vos eras el responsable de lo que estaba pasando.

Sabías que la causa principal de todo era tu aroma. Tu estúpido cuerpo te traicionaba, y sin poder evitarlo, terminaba desprendiendo feromonas cargadas de terror cada vez que sentías el aroma a chocolate.

No podías controlarlo. Dios sabe que realmente no querías que eso pasara.

Te frustraba no saber cómo acortar la distancia, como ser quien se acercara sin que tu maldito cuerpo te traicionara. Si pudieras te arrancarías el estúpido aroma a naranja.

Habías llegado hasta a pensar en usar algo que te quite tu aroma. Estabas buscando precios en línea ya que tu gran plan era usar inhibidores, pero cuando se lo habías comentado a tu terapeuta, esta te había plantado la duda al preguntarte "¿Realmente crees que es eso lo que el alfa quiere?"

No. Sabías que hacerlo no solucionaría nada. Pero odiabas donde te encontrabas en este momento; y ya estabas desesperado.

Querías que todo volviera a la normalidad.

- Mi celo está cerca – informo de repente Jisung acostado en tu lado izquierdo, tu lado derecho sintiendo nuevamente el vacío.

Y mentirías si dijeras que al oírlo no hubo un latido cargado de ilusión golpeando tu pecho.


[• • •]


- Alfa... alfa... alfa – suplica el omega abrazando una almohada que supones tiene el aroma de Hyunjin.

Estabas nervioso. El celo de Jisung se había presentado, pero no veías en ninguna parte a Hyunjin. Generalmente el alfa siempre estaba antes de que el celo del omega iniciara, así que era la primera vez que te encontrabas a solas con Jisung en esta situación.

La verdad era que no sabías que hacer. Era la primera vez que presenciabas algo así.

Era horrible sentir la impotencia de no poder hacer nada mientras veías al omega llorar mientras repetía con desesperación alfa, alfa, alfa, su voz partida a la par que toda la habitación se llenaba de unas pesadas feromonas cargadas de angustia.

Llegaste a creer que quizás la razón de que no estuviera allí era que no estaba, que no había nadie más que ustedes dos en el departamento, hasta que sentiste el aroma de chocolate.

Sabías que el omega también lo había sentido, porque en ese momento se puso de pie dejando caer la almohada y salió casi corriendo de la habitación, sus piernas fallando y cayendo al piso en algunas ocasiones.

Construyendo el amor - HyunMinSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora