Parte III. O6

140 23 7
                                    



Estás lavando los platos cuando tu lobo comienza a mover su cola de manera atolondrada. Solo te demoro unos segundos caer en cuenta que esto se debía a que Jisung estaba cerca.

Miras sobre tu hombro, y lo primero en que fijas tus ojos es en su pequeña pero ya presente barriga. El omega llevaba tres meses de embarazo, y si no supieras que estabas embarazado, creerías que solo había subido un poco de peso -sobre todo teniendo en cuenta sus constantes antojos de tortas, galletas y helado a la madrugada-.

De todos modos, aunque algunas veces te sacaba a vos de la cama -en otras Minho se compadecia e iba en tu lugar a pesar de los berrinches del Jisung-, no te quejabas en absoluto.

¿Cómo podrías quejarte? si esta rutina se había convertido hasta en parte de tus momentos favoritos.

Adorabas ver como las mejillas de Jisung sobresalen mientras su rostro terminaba cubierto de migas, crema o helado. Y ni hablar de tu lobo que se sentía en el cielo cuando sentía el aroma más dulce, sobre todo después del embarazo, de su mitad.

- Quiero pizza - demanda Jisung a un lado tuyo, pero apoyando su espalda contra la barra, sus manos sobre el mármol de la cocina, mirando en dirección opuesta a la tuya.

- ¿No prefieres fruta? tanta comida chatarra no es buena ni para ti ni para el cachorro - ofreces, secando tus manos con el repasador.

Jisung te mira de reojo para luego blanquearlos, solo eso basto para que tu lobo rodara de felicidad..

- Nuestro cachorro quiere pizza, no frutas - dice con fastidio, y su berrinche, frente a todo pronóstico, no te parece más que tierno.

- No le podemos dar todo lo que quiera, también hay que saber cuándo darle lo que necesita y es mejor para su desarrollo - le recuerdas ganándote ahora una mirada cargada de odio.

Si por tu lobo fuera, ya estarías recorriendo tres pizzerías solo para llevarle variedad.

- Eres una persona horrible - murmura Jisung, su mano ahora sobre tu brazo, subiendo hasta llegar a tu bíceps, acercándose cada vez un poco más, al punto que tu piel se eriza al sentir sus feromonas.

- Y aun así, quieres que esta persona horrible te toque - susurras, luchando con tu lobo para no ceder y tomar a Jisung entre sus piernas, desnudarlo, subirlo a la mesada y entrar en su apretado agujero.

Era difícil no caer. Desde que Jisung había quedado embarazo sus hormonas andaban por las nubes, a tal punto que creías había curado el trauma de Minho solo a base de tener sexo a cada momento del día.

- No puedo evitarlo, estoy caliente todo el tiempo y vos estas todo el tiempo acá, ¿acaso no tienes trabajo que hacer? - pregunta pegando aún más su cuerpo, su pequeña barriga presionando contra tu costado.

- No tengo ninguna muestra, y sabes que prefiero trabajar bajo presión - respondes sin aire, tu piel ardiendo y tus manos picando por el simple deseo de tocar a Jisung.

- Perdedor - susurra llevando su nariz a tu cuello - está bien, prometí mantener a Minho Hyung, también puedo mantenerte a ti, de todos modos lo hago hace años, y eres mío - dijo mientras giraba tu rostro y juntaba sus labios en un beso que erizó cada fibra de tu cuerpo.

- ¿Qu-que dic-ces? - preguntas sintiéndote confundido.

Jisung estiro un poco su cuello, separando sus labios para que ambos vieran sus rostros,

- Que eres mío, mi alfa, como Minho Hyung también es mío, ustedes dos son míos - dijo mientras acariciaba tu mejilla con delicadeza - así que te hare la misma promesa que le hice una vez a Hyung: lo prometo, te voy a cuidar, te cuidare, porque no soy un omega débil, y no te preocupes, ganaré mucho dinero y les daré una buena vida a ambos - y luego de decir eso Jisung te sonrió, una hermosa sonrisa que iluminaba todo su rostro - ¿por qué lloras, alfa tonto? - pregunto con diversión en su voz, y solo entonces notaste porque ahora todo se veía más nublado.

Construyendo el amor - HyunMinSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora