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-Haber, pedazo de imbécil- Chuuya obviamente le hablaba a Dazai -Me hablaste a las putas dos de la mañana- dijo viendo su reloj -Un maldito sábado y a tu inmundo barrio de pobres, ¡¿Solo para buscar a tu maldito gato?!-

-En mi defensa, el pequeño demonio fue el que dejó la ventana abierta y se fue. A esta hora ya debería haber vuelto, lo salimos a buscar y no aparece-

-Espera... ¿Lo "salimos" a buscar?- dijo acentuando la palabra.

-Pues si, Yumeno y... y yo-

-¡¿Y Yumeno?!-

-Bueno... Te juro que estaba aquí hace un segundo-

-¡¿Cómo que hace un segundo?! ¡Son las dos putas de la mañana, Dazai!-

Y ahora todos se preguntaran ¿Y Yumeno?

Bueno, Yumeno estaba a unas siete cuadras de donde estaban Dazai y Chuuya. Ya había encontrado al pequeño gatito heterocromatico, el cual solo se había ido un poco más lejos que de costumbre y no había sabido cómo volver, ya lo traía en brazos mientras caminaba.

-Heber, haber... ¿Por dónde era?-

Pero resulta que ahora él se había perdido.

Ahora solo caminaba intentando ver algún lugar conocido o algo por el estilo, cuando vio un callejón por dónde hay veces acortaba camino con Dazai no dudo en meterse.

Lastima que por adentro había alguien durmiendo en el piso y que cuando él paso por al lado el hombre le agarro el pie.

-¿Usted qué? ¿Necesita algo?-

-Ho-hola hip pequeño- obviamente estaba borracho y Yumeno se dió cuenta.

-Necesita algo?- volvió a preguntar, pero más serio, el hombre en el piso solo le sonrió. Yumeno conocía esas sonrisas, esas de personas malas, depravadas y asquerosas. Por un momento recordó a Mori y esas sonrisas que hay veces le daba a Elis.

Luego recordó a Dazai y sus "permitidos" con respecto a cuando alguien le queria hacer algo. No tenía permitido matarlo y tampoco tenía su muñeco para utilizar su habilidad, pero si tenía una navaja.

Dejo al gatito un segundo en el piso y luego volvió su vista al hombre -¿Me puede soltar? mis papás me están buscando-

-¿Pero por qué -hip- tanta prisa, pequeño? ¿Por qué no te quedas un ratito más conmigo? Nos podemos diver -hip- divertir mucho juntos-

-No. Me quiero ir- dijo y como el hombre no lo soltó y empezó a balbucear otras cosas, sonrió. Ya había cumplido con el mínimo de cosas que Dazai le había dicho antes de poder ocupar su hermosa navaja (la cual había adornado con brillantina y diamantitos rosas)

-¡AAHH! ¡Maldito mocoso!- grito cuando Yumeno le piso la mano para que lo soltará, luego cuando esté quiso correr, el vagabundo se levantó, pero no contó con que el pequeño se devolviera y le rompiera la ropa con la navaja rosa, y que también le dejara algunos rasguños por aquí y por allá.

Así que el bendito degenerado, no solo se quedó sin poderse aprovechar de Yumeno, sino que también con la mano morada y la ropa rota. Y por si eso no fuera poco, agarro al gato y empezó a correr para la casa de Dazai gritando -¡UN HOMBRE ME QUIERE TOCAR!-

Obvio que el vagabundo lo intento agarrar para callarlo, pero al tener la ropa rasgada se le iba cayendo y hasta en un momento se tropezó.

-¡DAZAI, UN HOMBRE ME QUIERE TOCAR!-

Y fue cuestión de segundos para que Chuuya llegara y agarrara a Yumeno.

-¿Qué paso? ¿Estás bien? ¿Quién carajo te quiere tocar?- pregunto súper preocupado e inspeccionandolo con la vista. Yumeno hasta había lagrimeado un poco (truquito patrocinado por Dazai)

-E-ese hombre me queria tocar- dijo señalando al susodicho vagabundo. Y justo en ese momento llego Dazai. -¡Papá, e-estaba buscando al gato y ese hombre me quiso agarrar y- y no me dejaba ir con ustedes-

-¿Ustedes son los padres?- pregunto el degenerado -con razón el niño es tan raro, de tal palo, tal astilla-

-Dazai- dijo Chuuya -Agarra a Yumeno, en un segundo los alcanzo- Dazai solo obedeció y agarró a Yumeno para empezar a caminar para la casa. Luego de unos segundos escuchando gritos, ya no se escuchó nada.

-¿Era verdad que te quería tocar?- pregunto Dazai.

-Me dijo que me fuera con él, cuando le dije que no, me insistió que me quedara un ratito más y que nos íbamos a divertir. Le dije que no y aún no me soltaba-

-Entiendo...- hubo unos segundos en silencio, a Yumeno le pareció raro que Dazai aún lo siguiera llevando en brazos, pero luego, para aún más sorpresa,lo subió a sus hombros -Bien, hiciste bien al romperle la ropa. Seguro Chibi ya viene en camino y nos hace de comer, si le pides lo que quieras, seguro lo hace, así que se ingenioso, Yumeno- 

Por segunda vez Yumeno se sorprendió -¡Sip!- dijo sonriendo.

Tan solo un par de minutos después Chuuya los alcanzo y, como dijo Dazai, se quedó con ellos e ido la cena para los tres.

















































Más bonito él pequeño Yumeno con sus papis 😭💕

#noalosviejosverdes

No olviden su estrellita~

~Adiu

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Las Mamadas De Los Perros Callejeros - One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora