6 años antes...
Cuando compre mi casa, mis padres no entendían porque había elegido la vieja casa del Tabebuia.
El Tabebuia era un viejo árbol, que en verano florecía con el resplandor amarillo de las flores que lo adornaban. Cuando éramos niños, Miles y yo solíamos trepar al árbol y veíamos el atardecer desde las ramas altas, respirando el aire salado y observábamos el arrebol de las nubes que se paseaban por el cielo todos esos días de verano.
Convencí a mis padres que aunque la casa fuera un caso perdido, la propiedad valía el costo. Me convencí a mí mismo que no compraba la propiedad solo porque el estúpido árbol me recordaba a su cabello dorado, y aunque estuve tentado muchas veces de ordenar que cortaran el árbol durante la construcción de la casa, al final me quede callado, porque aquel árbol de Tabebuia era el único en Bunkport, y era mío.
— Lindo lugar. —dijo Miles. Era el segundo verano en el que volvía desde que se había ido a Michigan.
Esa mañana había ido a recogerlo, pero había tenido un contratiempo con una de las cercas que el ganado había derribado, y había tenido que ir a ayudar a nuestro capataz a llevar al ganado nuevamente al redil, porque era demasiado temprano y nuestros jornaleros de turno no se darían abasto hasta que llegara el resto de ellos al alba.
Le había pedido que me esperara, y él lo había hecho, me había esperado durante una hora en una vieja cafetería; Go&Milk, era el nombre del lugar. Era uno de los establecimientos más antiguos del pueblo, una cafetería que había pasado de generación en generación, de personas que habían nacido y muerto en Bunkport. La única cafetería que abría lo suficientemente temprano.
— Es como tú. —había declarado finalmente.
— ¿Qué diablos significa eso? —pregunte con el ceño fruncido.
Había recibido la casa apenas un mes antes, y estaba prácticamente vacía, porque no me había preocupado por el mobiliario cuando todo lo que necesitaba era una cama en la cual caer rendido después de los largos días. A decir verdad, mi habitación era lo único que me había preocupado por amueblar. El resto de la casa estaba prácticamente vacío a excepción de la estufa y la nevera, había bancos altos en la encimera, pero no tenía un comedor, ni sofás, ni ninguna otra cosa.
— Justamente eso. Tu casa... la fachada es oscura, pero cálida por dentro, a pesar de que no tengas nada aquí.
— Gracias, supongo. —dije, aun sin entender.
— ¿Es verdad que sales con los chicos del bar de Blowing Cave? ¿El que está en la calle Parson?
Me congele cuando escuche su pregunta, ¿de dónde había sacado él esa información? Siempre había sabido que Bunkport era un lugar pequeño, pero nunca creí que las noticias viajaran con esa rapidez. No cuando el solo tenía un par de horas que había vuelto.
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AURORA [Historia Corta]
RomanceLa primera vez que vi a Miles Watson fue cuando teníamos cuatro años y creí que era un ángel. Con su cabello rubio y brillantes ojos azules, con su piel dorada y fina, parecía uno de esos muñecos que mi abuela solía guardar en una vitrina, los que t...