22 años antes...
La primera vez que vi a Miles Watson fue cuando teníamos cuatro años y creí que era un ángel. Con su cabello rubio y brillantes ojos azules, con su piel dorada y fina, parecía uno de esos muñecos que mi abuela solía guardar en una vitrina, los que tanto atesoraba.
Que irónico que a mí también me hubiera gustado atesorarlo.
— ¡Hay un ángel en mi clase! —había sido lo primero que había salido de mi boca cuando había llegado a casa mi primer día de clases.
— ¿Es así? —había preguntado mi abuela, con esa sonrisa indulgente que a los adultos tanto les gusta lanzar a los niños pequeños.
— ¡Si! Como los que guardas abuela, es muy bonito.
— Entonces, ¿Por qué no te haces amigo de ese ángel? —había sugerido mi abuela. Recuerdo sentir mis ojos expandiéndose del tamaño de platos cuando ella había sugerido la idea, ¿yo? ¿Amigo de un ángel?
Si hubiera sabido la ruina que ese ángel representaría para mí, lo habría evitado. Pero no había forma de saberlo a una edad tan temprana, ni los años que vinieron después.
Si hubiese sido un hombre inteligente, me habría alejado de él la primera vez que mi corazón tropezó en mi pecho cuando lo vi. ¿Pero cómo podría haber evitado ese desastre a los cuatro años?
Así que como mi abuela había sugerido, al día siguiente había salido de casa con una sola cosa en mente; ese ángel sería mi amigo.
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AURORA [Historia Corta]
RomansaLa primera vez que vi a Miles Watson fue cuando teníamos cuatro años y creí que era un ángel. Con su cabello rubio y brillantes ojos azules, con su piel dorada y fina, parecía uno de esos muñecos que mi abuela solía guardar en una vitrina, los que t...