Cobardía

Te extraño a ratos

Que cobardes somos al saber que todavía nos queremos, nos pensamos y nos lloramos, pero simplemente no hacemos nada.

No sé si sea por el temor de volver a fracasar, pero aun llevamos esa esperanza de algún día... volvernos a encontrar.

JairoGuerrero

Logré salir adelante, pero no te olvidé por completo.

Te extraño a ratos, cuando veo una pareja caminar de la mano, cuando dos miradas se cruzan y brillan, cuando las risas se conectan, cuando una casualidad ocurre, cuando llega el otoño y cuando el invierno se acaba.

Te extraño a ratos, como si una pequeña chispa de ilusión clavada, como si algo me dice que te espere, sin darme garantías de que vas a volver. Sigo con mi camino, pero no puedo evitarlo, te extraño a ratos, te quiero a ratos, te imagino a ratos

Te vuelvo a sentir a ratos o en ocasiones.

Casi siempre.

2009

- Disculpa, esa es mi mesa.

- ¿Tu mesa? – lo mira señalar a una silla y nota sus pertenencias – Disculpa – se levanta apenada – no vi que tus cosas estaban...

Llevaba en la mano un par de lirios que al tratar de tomarlos estos caen al suelo. Por instinto, ambos bajan al piso con la intensión de juntarlos, pero toman sus manos accidentalmente, ¿cómo explicar esa corriente que los recorrió al sentir su tacto? Ninguno de los dos había experimentado algo así, sus ojos conectaron como dos imanes; el café oscuro de aquellos dos iris la hicieron sentir consumida, logrando ocasionarle un escalofrío.

Quince años después

- ¿Estas bien?

- ¿Mmm? – voltea a verlo aun perdida en el recuerdo.

- ¿Qué si estás bien?

- Sí – frunce el ceño a la par que asentía con la cabeza.

- ¿Por qué siempre que acabamos de hacer el amor te quedas ida? No mencionas palabra alguna, simplemente te pierdes en tus pensamientos hasta quedarte dormida.

Pensamientos no, flashbacks

- No lo sé, supongo que es por el cansancio.

Desde hace tiempo, Marcia había comenzado una relación sexo-afectiva con su compañero de trabajo Iñaki. Él desde el día en que la conoció, se mostró interesado por ella, sin embargo, ella siempre le mostró tanto con hechos como con palabras, que su relación no podía ser más que amistosa, pero una cosa llevó a la otra que terminaron acostándose.

Lo disfrutaron, así que Iñaki con la intensión de tener algo con ella, por más íntimo que fuera, le propuso tener una relación de este tipo; claro que Marcia siempre fue bastante clara, por lo mismo estableció reglas, la principal era que en el momento que uno de los dos involucrara sentimientos, las cosas terminarían, bueno, en este caso sería que en el momento que Iñaki mencionara algo de sus sentimientos.

Como todas las noches en las que se encontraban, una vez la pelirroja se quedó dormida, él salió de la cama para vestirse y marcharse a su departamento. No le gustaba para nada, pero era tanto su amor por ella que, no quería echar a perder las cosas; era mejor eso a nada.

A la mañana siguiente, igual, como todas sus mañanas a las cinco en punto, Marcia se levantó para tomar una ducha, alistarse y bajar a desayunar para luego partir a su trabajo. Desde hace diez años se mudó a Washington, D. C por intercambio, estudiaba una licenciatura en derecho a la par que estudiaba una licenciatura en psicología; su meta siempre fue el derecho penal y la psicología forense, así que el último año de su primera carrera, pidió un intercambio para estudiar fuera.