6.

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— Apaga eso Gabriel — Riccardo cogió su almohada y se la puso en la cabeza.

Habíamos dormido toda la noche dándonos la espalda y al girarme le vi con la cabeza debajo de la almohada y tuve que tragarme una risa para no perder ni faceta, pero menos mal que Gabi apagó la alarma o le abría tirado el reloj por la ventana.

— Buenos días — Gabi se sentó en la cama y riéndose miró a Riccardo.

— ¿Porque tienes una alarma a las malditas 7 de la mañana? — Riccardo se quitó la almohada de la cabeza y miró a su amigo sentándose en la cama, yo permanecía tumbada mirando la escena.

— Pues para ir a clase, Riccardo que es jueves, tenemos clase.

Ehh...y yo como voy si a casa no quiero ir y mi uniforme estará aún chorreando de agua, me senté en la cama y miré a Gabi con cara de circunstancia.

— ¿Que te pasa? ¿Porque esa cara?

— ¿Que hiciste con mi uniforme? — le miré, claro él ayer me dijo que lo dejara en un cesto del baño para no mojar nada — No puedo ir a clase con un chándal tuyo.

— Ah no te preocupes, lo puse en la secadora, está completamente seco te lo puedes poner — me sonrió y yo volví a respirar con normalidad.

— ¿Y él mío también? — Riccardo miró a Gabi que asintió — Perfecto, pues vamos a desayunar — no enserio es increíble la confianza que hay entre estos dos — Riccardo se levantó de la cama y Gabi mientras sonreía rodó los ojos pero antes de salir por la puerta de la habitación Riccardo se dio la vuelta y me miró fijamente — ¿No piensas volver a casa?

— En algún momento tendré que hacerlo — encogí mis hombros y me baje yo también de la cama.

— ¿Y que piensas decirle al Gran Emperador?

— La verdad, que ya sabéis quién soy y  que he dejado el club.

— ¿No piensas decirle que no quieres formar parte del Sector V? — Gabi me miró y yo le devolví la mirada.

— Sería inútil.

— ¿Porque? Yo creo que si le explicas a tú padre lo que pasa y de verdad te quiere debería entenderlo — Gabi encogió sus hombros tras lo que dijo y yo sonreí de lado

— No es así de fácil, lo primero se lo debo todo a él y al Sector V, tengo un padre, una vida gracias a él, juego al fútbol gracias al Sector V y si yo abandono eso lo pierdo todo — frené mis explicaciones ya que me estaba poniendo triste y me negaba.

— Todo no, siempre tendrás al Raimon por si quieres volver — Riccardo me sonrió pero yo negué rápidamente.

— Dejar de ser tan buenos los dos, que sigo siendo una imperial y de momento mi trabajo sigue siendo destruir al Raimon, aceptarlo — me puse seria y miré a Gabi — Me das mi uniforme porfavor — Gabi asintió y salió de la habitación pero Riccardo no lo hizo.

— ¿Porque te empeñas en hacernos daño a nosotros y a ti misma? — Riccardo me miró bastante serio — Te considero más madura de lo que lo estás siendo — y salió de la habitación.

Gabi me trajo mi uniforme y me dijo que me esperaba abajo con Riccardo para desayunar, me cambié de ropa le doble el chándal y se lo dejé encima de su escritorio, y mientras le daba vueltas a las palabras de Riccardo me dediqué a hacer la cama de Gabi y la pegable, una vez terminé, cogí mi mochila y baje abajo.

— Nos vemos en clase — asome mi cabeza por la puerta de la cocina donde ambos estaban en completo silencio.

— ¿No quieres desayunar? Te he preparado un zumo — Gabi me miró y me estiró el vaso y aunque sabia que luego me iba a sentir mal lo rechace.

FUERZA (IEGO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora