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Cogí aire y baje las escaleras hasta el campo de entrenamiento, donde todos me miraban serios.

- Entrenador Evans - me puse delante de él, me miraba serio, como disgustado conmigo.

- Veo que has decidido aparecer y Riccardo te ha dado mi mensaje.

- Así es, ¿Sigue queriéndome en el equipo?

- ¿Quieres estar en el equipo? - me miró y yo asentí - Entonces por supuesto que quiero que estés aquí - me sonrió y yo suspiré.

- No sabe lo que me relaja oír eso, porque quiero hablar con usted - Mark vio que era serio así que recuperó su semblante de adulto y asintió, yo aparté el pelo de mi cara y dejé ver mis heridas de la cara.

- ¡Laura! ¿¡Que te ha pasado!?

- Pero no grite - me lleve una mano a la frente y sonreí - Esto es obra del Sector V entrenador, quiero enfrentarme a ellos, quiero jugar al fútbol y ganar y para ello tuve que ir a avisar de que ya no contarían conmigo, me retuvieron allí dos semanas, las que he estado desaparecida - levanté mi mangas para seguir dejando ver más cortes - Hicieron conmigo lo que quisieron.

- Y aún así...¿Estás segura de tú decisión? Creo que esto no es nada con lo que pueden hacer.

- Estoy segura, me dan igual las consecuencias, lo haré cueste lo que cueste y quiero hacerlo de su mano y de la de este equipo.

- Bien, si tan segura estás cuenta conmigo - me sonrió como solo él sabía - Esas heridas están infectadas, deberías curarlas.

- Debería si - solté una risilla, dando a entender que no iba a hacerlo

- ¡Gabi, Riccardo! - Mark llamo a ambos que se acercaron corriendo - Ir con ella dentro de la Sede y ayudarla.

Ambos se miraron serios y yo agaché la cabeza, no pusieron pegas, tampoco sabían a que me tenían que ayudar, solo me siguieron en silencio hasta la sede.

- ¿A que se supone que te tenemos que ayudar? Después de lo que has hecho - Gabi me habló borde yo me gire ya con los mechones de pelo tras mis orejas y las mangas subidas.

- Pues supuestamente a curarme esto - les miré a ambos y ellos abrieron los ojos como platos.

- ¿¡Que mierdas te ha pasado!? - Gabi aceleró el paso hasta ponerse frente a mi y yo aproveche para levantarme la sudadera y enseñar también las heridas de la tripa.

- Tengo también por las piernas, pero eso puedo hacerlo sola - sonreí preocupada y Riccardo se acercó también y me miró.

Cuando vi las caras de ambos de preocupación mientras miraban mis heridas una lágrima se escapó de mis ojos y cayó sobre la mano de Gabi que me estaba sujetando las muñecas.

- Ey - Gabi me levanto la cabeza y me miró - ¿Que pasa? ¿Que ha pasado?

- ¿Quién te ha hecho esto Laura? — Riccardo me miró a la cara y aparto un mechón de pelo que se había salido de detrás de la oreja.

- El...el Sector V - trague para evitar ponerme a llorar más fuerte y una vez me calme les conté absolutamente todo.

- Joder tú pasando por eso y yo intentando odiarte - Gabi me miró y yo seguía haciendo pucheros - No llores o me harás llorar a mi - solté una risilla y seque mis lágrimas.

- Creéis...que podéis darme una oportunidad, para conocerme de verdad.

— Pues claro — Gabi me sonrió y yo le devolví la sonrisa — Ven vamos a curarte todo eso.

Me obligaron a sentarme en un sofá de la sede y ambos cogieron todo lo que había por allí, tiritas, vendas, agua, Betadine, en fin mil cosas, cada uno agarró un brazo y con toda la delicadeza del mundo los limpiaron y después los vendaron con gasas.

FUERZA (IEGO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora