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Lo que yo pensaba que iba a ser un viaje caótico resulta que empieza de lo más tranquilo posible.

- ¿Comemos? - Axel nos miró a Julia y a mi en cuanto llegamos al hotel.

- ¿Ya tienes hambre? - reí, se habia tirado todo el vuelo comiendo cosas.

- Si, quiero pizza - y como un crío pequeño se fue a recorrer las calles de Roma en busca de una pizzería y por supuesto yo y mi tía le seguimos.

En cuanto encontró una que le convencía nos sentamos a comer, bueno él devoro la pizzería entera.

- Y ahora - me miró, miedo - Vamos a ver la Fontana di Trivi.

- ¿Ahora? - le miré frunciendo el ceño - Seguro que hay demasiada gente, además es más bonita de noche.

- Bueno pues vamos está noche - Axel encogió los hombros.

Estuvimos dando vueltas toda la tarde, después un rato en el hotel, viendo una película y por la noche....

- ¿Vamos a cenar Pizza?

- ¿Otra vez? Axel venden más cosas que no son pizza. — Julia le miró suspirando.

- ¿Y? - parecía de verdad un niño pequeño.

- Yo quiero spaghetti - le miré y él bufo pero me hizo caso y fuimos a un restaurante a cenar.

Tras la cena y está vez sí, fuimos a ver la maravillosa Fontana, había mucha gente pero eso no me impidió lanzar una moneda al agua y pedir un deseo.

- ¿Que has pedido?

- Si te lo cuento no sé cumple - rode los ojos y el sonrió agarrándome de los hombros - ¿Cuando me vas a llevar a verles? Llevas todo el día evitando esa conversación.

- Eres demasiado lista - Axel me miró sonriendo - Mañana, por la tarde.

- ¿Me estás diciendo que lo último que voy a hacer en Roma es verles? - asintió - Pues en este caso no se cumple lo de lo mejor para el final.

- O si - me miró pícaro, vale había algo más - Pero te vas a tener que esperar.

Puse morritos y mientras mi tía se reía y nos hacía fotos llegamos al hotel.
La mañana siguiente se resumió en seguir visitando Roma y flipando con sus calles y rincones hasta que llegó el momento.

Via vincenzo cifragiani, aquí es.

La vocecilla de mi cabeza no hacía más que repetir el nombre de ese lugar, hasta que estuve situada en dicho sitio.

- ¿Sabes dónde es? - mire a Axel que negó y yo rode los ojos.

- Solo preguntaré - empezó a andar por la vía hasta una panadería - Buenas tardes, perdone conoce a la familia Santana - el dueño negó, pues empezamos bien - Muchas gracias.

Salimos de la panadería y nos aproximamos a otro lugar, una librería, si aquí no conocían a mi madre me preocupaba, ella adoraba leer.

- Buenas tardes, perdone, ¿Conoce a los Santana? - la chica de la librería frunció el ceño - Samuel y Olivia Santana.

- Si, Olivia bien mucho por aquí, ¿Quién pregunta? - bueno cabe recalcar que lo dijo en italiano y no entendí ni papa Axel me lo tradujo al salir

- Me llamó Alex Zabel y ella es Laura Santana, la hija de Olivia, llevan mucho sin verse y me gustaría que se reencontrasen.

- Bien - la chica apuntó algo en un papel - Aquí es donde viven.

Salimos del lugar Axel miró el papel y me llevo hasta el mismo portal, un portal enorme y un edificio gigante se encontraba delante de mi.

FUERZA (IEGO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora