Febrero de 1610 en Namur, Bélgica.
El sol se estaba poniendo lentamente en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos cálidos y dorados. El aire se volvía más fresco y una suave brisa acariciaba sus cuerpos al entrar por la ventana. Jungkook y Tae habían pasado todo el día juntos, disfrutando de la compañía del otro y compartiendo risas hasta que comenzó a bajar el sol.
El Omega se encontraba en su habitación, nervioso y timido. Con manos temblorosas pero determinadas, se colocaba cuidadosamente el corset antiguo. Cada lazada y cada detalle del corset evocaban una sensación de elegancia y sensualidad en su mente.Una vez que Taehyung se aseguró de que el corset estaba en su lugar, su corazón latía con anticipación. Sabía que era el momento de llamar a Jungkook, para que lo ayudara a ajustarlo correctamente.
El alfa, quien había estado esperando con ansias esta llamada, entró en la habitación de Taehyung con una sonrisa en su rostro. Sus ojos se encontraron, transmitiéndose una complicidad que solo ellos comprendían.
Sin decir una palabra, se acercó a Taehyung y comenzó a ajustar cuidadosamente los cordones del corset. Cada movimiento era lento y preciso, asegurándose de que se ajustara perfectamente al cuerpo de Taehyung, realzando sus curvas de manera delicada y sensual.
—amo la forma en la que tus curvas resaltan.— admitió el más alto.
A medida que Jungkook apretaba los cordones, el rubio podía sentir cómo el corset abrazaba suavemente su figura, creando una sensación de confianza y empoderamiento. Se miraron el uno al otro a través del espejo de plata, que a pesar de no ser de buena calidad reflejaba la pasión que compartían.
El ambiente se llenó de una energía íntima y cargada de deseo mientras Jungkook continuaba ajustando el corset. Cada contacto entre sus cuerpos era eléctrico, alimentando la conexión emocional y física que compartían.
Finalmente, cuando el corset estuvo perfectamente ajustado, Taehyung se volvió hacia Jungkook con una mirada llena de gratitud.
—muchas gracias, caballero.— susurró, con una mirada fija en los ojos café del alfa. El ambiente estaba cargado de una energía romantica,ambos se encontraban perdidos en el brillo de sus miradas.
Jungkook, con una sonrisa traviesa en los labios, decidió tomar la iniciativa. Con suavidad, se acercó lentamente a Taehyung y le robó un piquito, un beso rápido y juguetón que dejó a ambos con el corazón acelerado.
El roce de sus labios fue fugaz pero lleno de pasión provocando que el rostro de Taehyung se tiña de un intenso rubor, sus mejillas adquiriendo un tono rosado mientras sus ojos se abrían sorprendidos por el piquito robado. La dulzura del gesto de Jungkook lo había tomado por sorpresa, dejándolo sin palabras por un instante.
Después de unos segundos, Taehyung finalmente encontró su voz, y con una mezcla de timidez y diversión exclamó:
—¡Caballero!— Su expresión reflejaba la sorpresa que le provocaba el gesto espontáneo de su compañero.
La risa juguetona de Jungkook llenó la habitación mientras respondía con entusiasmo:
—¡Vamos afuera, ya es de noche!— Sin perder tiempo,el alfa escapó del Omega para que no vea sus mejillas igual de rojas.
Las estrellas comenzaron a aparecer una a una en el cielo nocturno. Ambos habían decidido estar la parte trasera de la casa para tener una vista despejada del cielo estrellado.
—No ha de creer que vuelvan¿No, joven?— preguntó parado a su lado, aún estaba algo tenso por la situación de la tarde.
Jungkook permaneció en silencio, no tenía precisión ante su pregunta pero si un gran anhelo de que aquellos guardias no volvieran a buscar a Taehyung.
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El Lienzo [Taekook]
FanficUn amor que desafía el tiempo y enfrenta al destino de dos almas perdidas en la historia. Jungkook, un apasionado estudiante de historia, descubre un oscuro secreto en una antigua pintura que lo llevará a emprender un viaje inesperado hacia el pasad...