9. El Beso de la Fuerza Centrípeta

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Febrero de 1610 en Namur, Bélgica

La aristocracia y la alta sociedad de la época se congregaron para celebrar una ocasión especial. Taehyung, a pesar de provenir de una clase baja, había comenzado a ganar suficiente popularidad como para ser invitado, gracias a su notable técnica y talento en la pintura.

El lugar se hallaba iluminado por candelabros suspendidos del alto y ornamentado techo. Las paredes estaban cubiertas con tapices finamente tejidos que retrataban escenas mitológicas y retratos de antaño.

Taehyung y Jungkook habían llegado a caballo, aunque decidieron dejar sus monturas apartadas para no aparentar ser simples campesinos.

Los invitados, por su parte, arribaron en carruajes tirados por elegantes corceles blancos, ataviados con deslumbrantes trajes y resplandecientes joyas. Las damas lucían vestidos de seda adornados con encajes y perlas, mientras que los caballeros portaban trajes de terciopelo y sombreros emplumados.

La música resonaba en los salones del castillo, interpretada por talentosos músicos que tocaban instrumentos como el laúd, el violín y la flauta. Los invitados danzaban al compás de las melodías, moviéndose con gracia y elegancia.

-¿Probaste el queso azul? Está delicioso -habló Jungkook, terminando de masticar. Taehyung se encontraba viendo a la gente bailar con una copa en la mano.

En el área principal donde se llevaba a cabo el baile y la música, se colocaron mesas bajas con aperitivos y bocadillos para que los invitados pudieran disfrutar de ellos mientras bailaban y socializaban. Estas mesas estaban estratégicamente ubicadas en los rincones del salón, permitiendo a los invitados tomar un bocado rápido mientras seguían moviéndose al ritmo de la música.

-No es de mi agrado el queso -respondió Taehyung, observando al alfa quien sonrió dulcemente, algo avergonzado. Estaba comiendo mucho.

-Y veo que tampoco el vino, ¿no, señor Vante? -preguntó Jungkook al ver el gesto que hizo al tomar aquel vino.

Aunque Taehyung no lo dijo explícitamente, su incomodidad se reflejaba en su expresión corporal. Su atención estaba más enfocada en observar a la gente bailar, lo que indicaba su deseo de estar en otro lugar o su incomodidad en ese entorno festivo.

-Y tampoco te gustan las fiestas, ¿verdad? ¿Por qué tan tenso? Deberías divertirte -comentó Jungkook acercándose más para que Taehyung lo escuchara-. Tal vez podrías sacar a una chica a bailar.

-¿Una jovencita? ¿Cree que las mujeres son de mi agrado? -habló entre dientes. A Taehyung siempre le habían atraído los alfas.
la sociedad de 1610 se basaba en la premisa de que si nacías con una vulva, eras considerado omega, mientras que si nacías con un pene, eras alfa. Sin embargo, en el futuro dónde Jungkook pertenecía, estas restricciones binarias de género se habían desvanecido y se había abierto paso a una mayor comprensión y aceptación de la diversidad de identidades de género. Tanto las mujeres como los hombres podían ser alfas o omegas, incluso betas, independientemente de su anatomía de nacimiento.

-Con su permiso, jovencita, ¿podría...? Oh, sois un alfa. Disculpadme, vuestra larga cabellera me ha confundido. Aceptad mis disculpas -un mozo le había pedido permiso para pasar a recoger los platos. Taehyung lo miró ofendido, lo habían confundido con un Omega cuando se esforzaba en ser un alfa.

-Alguien viene por ti -habló Jungkook mientras observaba cómo una familia se acercaba a ellos.

-Oh, caballeros, qué gusto es verlos aquí. ¿Cuáles son sus nombres? -preguntó la madre de la familia con una sonrisa encantadora, vistiendo ropa elegante y costosa. Era evidente que pertenecían a la alta sociedad.

El Lienzo [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora