Capítulo 1

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-¡Myrra, cuidado! ¿¡Que narices haces!? Te tengo dicho que no levantes el hacha de esa manera, así se astilla demasiado el tronco. -Aquel hombre posó sus manos sobre las de su hija. Las sostuvo con fuerza y las elevó para que la niña recordara la ejecución del movimiento. -¿Ves...? Con firmeza. Como te he enseñado.

-¡Vale!

Una niña fruncía los labios y sostenía un gran hacha, -en comparación con la cría-, sobre su cabeza, manteniendo su posición hasta el nuevo aviso de su padre.

-Bien... A la de tres, ¿Vale, Myr?- dijo el hombre, alejándose cuidadosamente de su hija, mirando expectante el tronco que había frente a ellos.

Mirlo Oak era alguien paciente... Aunque esa cualidad pendía de dos pinzas cuando se trataba de niños. Pero, claro, el siempre había tenido especial cuidado con no desquiciarse con su hija. ¿Qué clase de padre sería si no?

-Una... Dos...

-¡Tres! -y ¡ZASH!... la niña dejó caer el arma sobre el tronco, trazando una línea recta y partiendo el pequeño trozo de madera en dos mitades.

La pequeña abrió los ojos lentamente, pues los había cerrado por la tensión, para encontrarse su hacha clavada en el tronco de apoyo, y a su víctima separada en dos partes. Entonces una sonrisa triunfante se dibujó en su rostro.

-¡Toma! -dijo Mirlo alzando los brazos, como si la victoria hubiese sido suya.

Mirlo se arrodilló frente a su hija y la cogió de los hombros para zarandearla.

-¡Feliz séptimo cumpleaños, Ramita! -dijo Mirlo abrazándola, sintiendo los cortos brazos responderle el abrazo con fuerza- Ya eres una Oak al completo...

-Gracias papá... Feliz cumpleaños a ti también...

 Feliz cumpleaños a ti también

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-Nami... Nami... Namiiiii....~

-¡Ay, mierda! Luffy, ¿Qué?

-¿Marca el Log Pose ese raro de tres bolas alguna isla misteriosa a la que ir o qué...?

Nami intentaba llevar los platos sucios de la cena a la cocina pero el muy pesado de su capitán no la dejaba en paz.

Desde que habían dejado la Isla Gyojin, -no hacía más de cinco horas-, Luffy había estado insistiendo e insistiendo en querer llegar a una isla. Parecía que no había tenido suficiente con su estadía con los tritones que encima quería volver a meterse en algún embrollo.

-Luffy, te lo dije antes... El Nuevo Mundo es muy inestable, tienes que esperar a que el Log Pose sienta algún campo y se quede algo quieto, y como ves, eso no pasa. -dijo la pelirroja mostrándole el extraño reloj por última vez.

𝕭𝖆𝖏𝖔 𝖑𝖆 𝖘𝖔𝖒𝖇𝖗𝖆 𝖉𝖊𝖑 𝖒𝖎𝖘𝖒𝖔 𝖆𝖗𝖇𝖔𝖑 (One PieceXReader/OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora