Tras salvar la isla Gyojin y emerger al Nuevo Mundo, la tripulación de los Sombreo de Paja está en busca de una nueva isla y una nueva aventura. Sin embargo, antes de poner rumbo, el carpintero, Franky, le pide a su capitán hacer un pequeño desvío h...
Ussop miraba boquiabierto la inmensa isla a la que estaban llegando. Cuando Robin les despertó no era mas que un montículo, pero ahora que se estaban acercando y bordeaban el litoral en busca de un puerto, entonces se podía ver su inmensidad. Porque solo era una densa arboleda de troncos gruesos.
-Nami... Franky... ¿Estáis seguros de que es aquí? Esto no son mas que árboles... y dan mal rollo... -dijo Ussop, agarrándose fuertemente del bordillo de la cubierta, ya que le habían comenzado a fallar las piernas.
-Estoy completamente segura. Habrá un puerto en alguna parte, no sean cagón.
-Ahhh... Llevamos media hora bordeando isla... Esto no acaba... Nami, haz algo. -ahora era Luffy, que desde su sitio en el mascarón, se unía a Ussop y reclamaba por adrenalina, pues allí no pasaba nada.
-¿¡Queréis callaros ya los dos!? Sois unos críos. -se quejó la pelirroja.
Pero era cierto. Llevaban eso de una media hora bordeando la isla, y ni siquiera tenía una playa. Eran todo acantilados. Aquello solo era una inmensa extensión de tierra y árboles que te invitaban a entrar y no salir jamás.
-Tiene que ser aquí. Den no me habría dado un Eternal Pose falso. Eso no tiene ningún sentido. -Franky analizaba la isla con una mano en la barbilla. Aquello era un poco raro.
-¡Ey! ¡Ey! ¡Chicos! ¡Lo veo! -Chopper gritaba desde el mirador de la torre alta.- ¡Hay algo allí! ¡A unos quinientos metros!
-Anda... Es verdad. -Zoro, que dormitaba en un lateral del barco, se había despertado con los gritos del reno, y ahora se asomaba, adormilado, por la borda.- Es como un poste grande de madera.
-¡Chopper, Brook, izad la vela mayor! ¡Franky, vira a estribor! -comandaba Nami, mirando el lugar que sus compañeros le habían advertido. No sabía si era un puerto, pero iban a descubrirlo.
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-¿Lilit-... Lilpi-... Li-... Liliz-... Lititi-...? -Luffy ladeaba la cabeza, mientras intentaba leer las letras talladas en el enorme panel al que habían llegado. Escudriñaba los ojos pero no lo conseguía entender.
-Lylith, so burro. Pone Lylithwood. -Le dijo Nami algo espesa, pues Luffy llevaba así un rato. Suspiró con cansancio y se cruzó de brazos, mirando desconfiada el panel de bienvenida, o eso parecía ser.- Es aquí. No hay duda, pero... Es extraño.
Habían terminado frente a un gran panel de madera con letras talladas. En él se leía ''Lylithwood, hogar de maderas'', lo demás, no se podía ni leer. Estaba todo desgastado y el musgo cubría gran parte del poste. Todo apuntaba a que esa cosa no se había tocado en años.
Lo curioso, es que tras el cartel si que había un pequeño puerto, que se metía unos metros en el bosque, como si fuera un inmenso río.
-Bueno... Basta ya, vamos a atracar. Franky, dirige el barco. Sanji, acciona el ancla cuando paremos. -ordenó la navegante.
-¿¡Qué!? ¿¡De verdad vamos a entrar ahí!? ¡Pero, Nami, mira eso! ¡Esto está desierto! -se alarmaba Ussop, que había llegado junto a la pelirroja para suplicarle dar la vuelta.- Además... Creo que me está entrando la enfermedad esta de No-me-puedo-bajar-en-esta-isla... ¿Acaso quieres que me muera? -le suplicaba a Nami.
-Venga, Ussop. Será divertido. ¡Imagina cuantos escarabajos enormes habrá por esos árboles! -le alentaba Luffy con unas palmaditas en la espalda.
-¡Sí! ¡Imagina que hay un gran Hércules! Yo no me lo quiero perder. -llegó Chopper para animar a su amigo.
Mientras ellos cuatro discutían, el barco pasaba lentamente por debajo del poste y se adentraba por aquel extraño puerto.
-¿No te recuerda... como a Skypie? -habló Zoro lentamente, examinando la espesa maleza que se extendía frente a él, mientras se mantenía recostado en la baranda de la cubierta.
-Un poco sí... Creo haber leído sobre este sitio... Pero ahora mismo no recuerdo mucho. -Robin le contestaba serena, pues estaba de pie junto a él.
Ambos prestaban atención a lo que tenían delante. El barco iba lento, y ello parecía contribuir a lo fantasmal del bosque. Continuaron avanzando hasta que el barco se detuvo junto a otro poste en la orilla del río. Este había quedado justo a la altura de Zoro y Robin, y parecía ser la seña para anclar el barco.
-¿Qué es eso? -señaló Robin, pues frente a ellos dos, del poste, parecía pender una campanita con una cuerda.
-"Tocar" -leyó el espadachín en voz alta el cartel sobre la campana, para luego estirar la mano hacía el hilo, agarrarlo y sacudirlo, dejando que el eco que produjo la campana se ahogara oxidada en el ambiente y se perdiera en la maleza del bosque.
Silencio. Y luego el silbido que produjo un arma al pasar veloz y mortífera por entre Zoro y Robin. Todo fue demasiado rápido. De repente, el hacha yacía clavada con fuerza en el mástil mayor, reteniendo el sombrero de Brook y dejando al esqueleto más muerto que nunca.
Todos miraban al músico, que se mantenía estático, petrificado, con su taza de té a medio camino hacia su boca, mientras que intentaban asimilar lo que acababa de ocurrir.
Se oyó el chasquido de una rama al partirse y un potente grito resonó entre los árboles: "¡AHORA!".
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Segundo capítulo. Siento que sea tan corto. Ahora mismo no me interesa hacerlos mas largos por el bien de la historia. Habrá dos o tres así; los siguientes si serán más largos por el bien del hilo de la historia. Gracias por leer :>
