Parte 24

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Hasta el momento todos parecían divertirse. Habían comenzado a cantar un montón de canciones que Fukase no había escuchado. Se animó a cantar algunas de ellas. Para este momento, todos los cojines gigantes habían quedado completamente pegados entre ellos, los juntaron así, para que todos pudieran ver bien a la pantalla. También habían apagado la luz para que resaltara más, y a esto el del bastón, le había sacado bastante ventaja. 

─ Fukase, ya para.─ Era la sexta vez que Oliver le susurraba a modo que regaño. El pelirrojo se las había ingeniado para colar una de sus manos al cojín del ojiambar, aprovechando cada oportunidad  que tenía para acariciar sus piernas o cualquier cosa que pudiera alcanzar con su mano.

─ ¿Por qué, no te gusta? ─ Se burlaba de él y continuaba tocándolo.

─ En serio detente, alguien se dará cuenta.─ El pobre chico se retorcía en el cojín fingiendo acomodarse y eso le daba la posibilidad a Fukase de colocar su mano en otros lugares. 

Estaba tan concentrado en reprimir las sensaciones que le estaba haciendo sentir el de ojos carmín que no se fijó cuando llegó su turno.

─ Oliver.─ La voz llamándolo lo había sorprendido, especialmente por que era la de Len, y de un salto se levantó del cojín. Cuanto antes, Fukase retiró su mano. 

─ ¿Q-qué?─ Se había exaltado tanto que el pelirrojo no pudo evitar soltar una pequeña risa.

─ Sólo te iba a decir que es tu turno, ¿estás bien?─ El blondo estaba completamente rojo, además de que le temblaban ligeramente las piernas. 

─ S-sí, sólo iré por un poco de agua, ustedes continúen. ─ Con pasos muy lentos, como si intentara no caerse en cualquier momento. Se fue a la cocina. 

─ Iré a alcanzarlo.─ Len le cedió el micrófono a su hermana, para ir a socorrer al menor. 

─ Bueno, entonces supongo que es tu turno, Fukase. ¿Ya habías elegido la canción?

─ Por supuesto.─ Con una sonrisa especialmente, encantadora para algunos, terrorífica para otros, se levantó con mucha seguridad, parándose al frente de la pantalla, pero en esta ocasión dándole la espalda. Entonces empezó a sonar una melodía demasiado asiática. Kaito abrió demasiado los ojos en cuanto reconoció la canción. 

─ Uy, una propia.─ Rin simuló aplaudir varias veces.

─ "Si cuando nuestras manos se tocaron..." ─ Comenzó cantando. Esa era la canción que le había escrito de su primer encuentro. ¿Acaso quería que se diera cuenta? ¿Será que se la estaba cantando específicamente a Oliver? Al principio no le importó mucho que el blondo se diera cuenta de la letra de una de sus primeras canciones. Pero puede que ahora no sólo tenga el valor, sino que necesitara que Oliver se diera cuenta de cuanto tiempo se ha estado sintiendo así por él ─ "Incluso ese crisantemo que flota en Shuzou..." ─ Oliver iba regresando de la cocina con un vaso de agua en la mano. ─ "...no podré contener mis latidos"

─ Ay Dios mío.─ Susurró Kaito, en cuanto vio que ambos rubios regresaban tomando asiento en sus cojines. 

Oliver había comenzado a escuchar. Fukase buscó su mirada.

─ "Oye, te quiero muchísimo, me di cuenta de eso antes del amanecer.─ Sus ojos habían conectado, el vaso de agua tapaba su boca, y por lo tanto el rojo de sus mejillas. ─ "Ah, por una vez en la vida sin importar el número de veces disfruto del amor".─ Fukase incluso había comenzado a hacer ademanes señalándolo no importándole mucho que alguien se diera cuenta de las intenciones. ─ "Oye, si mañana llueve me gustaría meterme bajo tu paraguas. Después de mirarte fijamente y te acerques sonriendo traviesamente" ─ Rin estaba mirándolos muy atenta, como si estuviera todo conectando dentro de su cabeza. ─ "...y sin decir, te besé"

First Sight (In Secret) [Olikase]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora