First Sight (In Secret) [Olikase]

Cap Extra 5

...

─ Ahhh~ ¡Ahhh! Sí~ Así~

Detrás de la puerta proveniente de aquellos sonidos y otros más, estaba un sorprendido peliazul. Sólo había tardado unos minutos en recoger un par de sus notas, que de repente escribía en momentos de inspiración, para poder tener una idea de lo que iba a crear en el proyecto con el rubio de sus sueños. No esperaba para nada escuchar algo como lo que ahora se encontraba escuchando.

Cuando salió de la habitación de Oliver, y notó que no estaba ni Fukase, ni el rubio, sí supuso que se habían ido a la habitación del mayor a quien sabe, tal vez compartir un bocadillo de media noche o algo así, pero lo que estaban captando sus oídos era otro nivel, algo que definitivamente no se esperaba.

Agradecía el hecho de que sólo la habitación de junto era la que se encontraba cerca, y la puerta de la otra habitación estaba a unos cuantos metros después del ascensor, si no ya muchos más, aparte de él, se hubieran enterado de lo que pasaba dentro de la habitación del pelirrojo. Sería el escandalo del año, pues la voz de Oliver era tan inconfundible, que era imposible que pudieran negar que era de él.

Lentamente retrocedió, no sabía si entrar a su habitación. No dudaba que aquel escándalo no pudiera traspasar las paredes. Era verdad que alguna vez había escuchado sonidos "extraños" del otro lado. Pero nada comparado con lo que sucedía en ese momento.

Fácilmente podría dormir en la habitación de Oliver, que originalmente era la suya, aprovechando que en ese momento no la estaba ocupando, pero tan sólo el hecho de saber que su cama ya había sido profanada por ese par, no lo dejaba tranquilo. Ya hasta había hecho planes de cambiar el colchón con el ojiambarino una vez que volvieran a cambiar. Porqué volverían a hacerlo, ¿No es así? Él volvería a su habitación junto a Len.

─ Pero, ¿Cuando? ─ Se cuestionaba el mayor, pidiendo de vuelta el elevador.

Una vez adentro, planeaba dormir en el sofá de la habitación de Oliver, aunque no estaba seguro si cabría. La vez que se quedaron ahí por "accidente" Fukase apenas había entrado en él. Seguramente él necesitaría encogerse para poder hacerlo.

Por un momento se le cruzó por la cabeza pedirle asilo a Len, pero ¿Con qué excusa? Obviamente no podía decirle el verdadero motivo.

─ Maldito Fukase. ─ Dijo sin pensar, en voz alta.

Se preguntaba que, si fuera igual de impulsivo y osado que el pelirrojo. ¿Ya estaría de esa forma con Len? Si fuera así entonces ya no habría ninguna forma de que los dos rubios fueran algo. No, si fuera igual o peor que Fukase, en primer lugar, ni siquiera hubiera pasado todo eso. Len jamás hubiera estado con Oliver, ni él con Miku.

Revolvió sus cabellos de manera ansiosa. Quería hacer exactamente lo mismo que el pelirrojo.
Simplemente armarse de valor, tocar la puerta, y atacarlo al momento que este abriera. Pero toda la estúpida situación se lo impedía. Y todo por no haberlo hecho antes. Pero, ¿Si lo hubiera hecho, le habrían respondido de la misma forma? ¿Len lo hubiera aceptado?

Vencido por sus propios pensamientos se alejó de la puerta que estaba a punto de tocar de manera inconsciente. Dirigiéndose a la que esa noche, sería su habitación.

***

— Kaito...

Había dos cuerpos friccionándose con ímpetu, resbalando con el aperlado sudor.

— Te amo, Kaito...

El brillo de aquellos ojos azules suplicantes que tenía delante lo instigaba a dar más de sí. El intenso y embriagador aroma que sentía cada que los brillantes y rubios cabellos rosaban contra su cara, lo hacían apasionarse tal y como cuando una melodía no deja de dar vueltas en su cabeza.