First Sight (In Secret) [Olikase]

Parte 11

Atención

Este capítulo contiene cosas que no son aptas para las chicas o chicos menores de 12 años de edad, en algunos casos, incluso hasta en esa edad es peligroso que lo lean.

Las escenas que están próximos a leer son a lo que se le conoce comúnmente como Lemon, o al menos es un intento de eso. 

Si usted es una persona sensible a esto, o sus mentes aún son castas y quieren conservarlas así, absténganse de leerlo.

Se recomienda discreción.

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¿Qué era eso que brotaba de ellos y se mezclaba con el aire?

Habían bastando esas palabras para dejar a Oliver completamente congelado, cosa que Fukase aprovechó para rozar delicadamente los labios del rubio con los suyos. Con que a eso se refería cuando dijo que esa sería la noche.

– E-espera, Fufu. ¿Q-qué estás haciendo? – El ojiambarino se separó del mayor, apenas reaccionó, colocando ambas manos en los hombros contrarios. – Tú... yo... Len... n-no puedo...

– Oliver, escucha – Lo tomó del mentón con ternura, capturando nuevamente su atención – Veme a los ojos. El día en el que hicieron formal su relación delante de todos, mi corazón reventó. Quería gritar hasta exprimir mis pulmones, pero entonces... algo me devolvió la vida.

¿Sabes qué fue?

Oliver negó un  poco con la cabeza, se sentía como si un movimiento en falso, fuese a quebrar todo.

– Puedes decir sólo a partir de tus labios que lo amas; y formalizar cuantas veces quieras su relación, pero eso no va a cambiar tus sentimientos, Ollie. Los sentimientos que tu corazón me acaba de declarar con ese sutil beso.

– Fufu... – El mayor lo silenció, colocando el pulgar sobre sus labios. – ¿Te puedo pedir algo? – El menor asintió – No finjas tus emociones conmigo. 

Fukase pasó con lentitud su mano libre por el rostro del menor, hasta llegar  a la venda que cubría su ojo izquierdo, quitándola y dejando al descubierto su hermosa iris color carmín, que parecía adquirir luz propia. 

– Fukase... – El menor tomó con sus manos el rostro del pelirrojo, apartando los traviesos mechones de su frente, dejando al descubierto el mismo ojo que le había expuesto a él. acercándolo, sin desconectar en ningún momento sus miradas. 

–¿Sólo la luz de la luna sabrá nuestro secreto?

– Será la que nos cobije – Dijo el mayor, antes de volver a unir sus labios.

A diferencia del primer tenue beso, éste era más impetuoso. Sus bocas emitían sonidos húmedos a medida que aumentaban su roce.

Las finas manos de Oliver, jugueteaban con el rebelde cabello de Fukase, enredando sus dedos entre los mechones, tirando de ellos cada vez que sentía las ligeras mordidas de en su labio inferior. 

Fukase pasó de la nuca del pequeño a su espalda y de ahí a su cintura, apresándola al rededor de sus manos; tomándola y atrayendola, para apegarse más a su cuerpo.

Sus besos, poco a poco iban subiendo más su intensidad. La respiración de ambos ya se encontraba agitada. Fukase liberó los labios de Oliver para recuperar algo de su aliento, pero a pesar de eso, sus cuerpos seguían ligados en un abrazo bastante peculiar.