– Cariño.
El menor sólo hizo un pequeño ruidito de molestia como contestación.
– Amor, ya es hora de despertar.
Finalmente el rubio juntó sus cejas con ligereza en un gesto desaprovatorio ante la luz que se colaba por la ventana de la habitación. Y despacio comenzó a abrir sus ojos.
El carmín y el ámbar brillaban un nuevo día bajo el sol.
– Me pregunto. ¿Qué dirías si pudieras ver, lo que yo en estos momentos?
El pelirrojo dejó un casto beso sobre los labios del otro.– Diría que doy miedo.
Se burló un poco el rubio, a la par que se enderezaba, recargandose en la cabecera de la cama para quedar sentado.– ¿Cómo dices eso? Por supuesto que no. Eres bellísimo, como un ángel.
Oliver sonrió, mostrando esos verdaderamente intrigantes dientes terminados en punta, que le caracterizaban tanto en esos momentos; cuando no traía puesto su parche.
Muchas veces me llegaba a preguntar cómo era que sucedía esa transición. Algún día tendría que preguntarle a qué se debía.– ¿Un ángel? – Un brillo algo diferente invadió los ojos del más pequeño. Se acercaba lento al contrario. – Un ángel que podría... ¿Comerte?
Fukase se vio acorralado entre la cabecera de la cama y el cuerpo de Oliver. Quien lo comenzó a besar de forma pausada.
Pude ver desde lejos que al pelirrojo le encantó la acción. Casi al tiempo lo tomó de la cintura para acercarlo más a él. Igual ocasionando que el mismo Oliver terminara a horcadas sobre él.
Bueno, supuse que mi pregunta tendría que ser otro día. Anotaba mentalmente también preguntar por el cambio de actitud que conlleva aquella permutación.
– Ollie, no te miento cuando te digo que me encantaría quedarme así contigo todo el día. Pero se nos volverá a hacer tarde, amor. – Se separaron. Viéndose a los ojos. Real, parecía que se encontraban en su propio mundo. – Y hablando de comer. ¿Quieres que vaya al comedor a traerte algo?
– No Fufu, eso sería mucha molestia.
– Lo haría si me lo pudieras.
La risa de Oliver era en verdad tierna. Sus dos facetas eran tan diferentes una de la otra, que verlas combinadas era algo fascinante.
– No, bajemos juntos. No hay necesidad de que vuelvas a subir, si tendremos que bajar para ir a clase.
– ¿No te importa que los demás nos vean llegar juntos? Ya no estamos en el mismo piso.
– No importa. Les diremos que nos encontramos camino al comedor. En el elevador.
– Entonces, comenzaré a preparar la ducha para ambos.
La sonrisa que expresó el pelirrojo iba ya más allá de la simple ilusión. Era una completa sonrisa de enamorado. Nunca creí verlo así. Tan perdido como los chicos de las novelas en la televisión. Y mucho más ahora que se encontraba con el dueño de sus suspiros en sus brazos. Me sentía tan feliz por él.
Cuando ví que se metieron al baño. Bajé del buró dónde me encontraba hasta ahora.
En el primer buen gesto del día de hoy, acomodaría su ropa para cuando salieran. Agradecía internamente el hecho de que Fukase aún tuviera las prendas que "olvidaba"entregarle a Oliver, las veces que se quedaba aquí en plan de pijamada.Una vez listos los dos atuendos los dejé estirados sobre la cama. Y caminé al mueble que se encontraba junto a la puerta. Me recosté bocarriba en lo que esperaba que estuvieran listos.
Presentía que hoy sería un buen día. Sin embargo, había algo que no me dejaba tranquilo. Desde que desperté sentía un nervio alerta de haber olvidado algo importante. Pero no lograba recordar qué era.
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First Sight (In Secret) [Olikase]
FanficEn la mansión de los vocaloid. No hace mucho llegaron chicos y chicas para formar, ahora, parte de la colorida familia. Pero uno de ellos en especial, de nombre Fukase, fue el que no lo pasó como se lo imaginó sus primeros días. Todo por que en el m...