Twisted Love [Nicolas]

Capitulo 4

Miramos y el cielo seguía nublado y en realidad me gustan estos tipos de clima, es cómo para estar en casita y arroparse. Pero no, aquí no se puede ni pegar el ojo.

Miré y habían muchas mesitas de jardín sobre las que reposaban juegos de platos y tazas. Después veo a los empleados repartir en bandejas bebidas.

Al parecer Archie y Tatiana ya llevaban algo aquí, así que nos acercamos a ellos, todavía no había alguna señal de Poe y Damián.

Había bastante seguridad, que exagerados.. pero en fin. Bueno, creo que es entendible, tal vez y podría aparecer un loco así de la nada y pues no, hay que estar precavidos.

Mi mirada vagó por todo el lugar, buscando a Nicolas y poder seguir hablando, no se.

—¿No han dado rollos de carne? —volteamos y era Poe, muy extravagante como siempre.

—Esperemos que no —digo, haciendo un gesto no muy convencida.

—Esperemos, de verdad espero que no den la carne que te gusta —dijo Tatiana, siguiendo mi desagrado.

—Ustedes y sus gustos tan sofisticados — resopló Poe.

Archie por su lado, parecía estar muy nervioso. Sus ojos cautelosos se iban a todos lados.

—¿Qué te dijeron? —Archie le susurró a Poe—. ¿Está todo bien?

¿Ahora de que hablan?

—Eso parece -le respondió, con una voz muy baja y una actitud disimulada—. Gea me dijo que no tiene ni idea del porque las puertas están pintadas así.

Buen punto, ¿a quien se le ocurre pintar las puertas de esa manera tan horrenda? Literal, demuestra lo que más me da incomodidad...

—¿No lo sabe? Pero es La Dirigente, ¿cómo no lo va a saber? ¿es posible?

—Es que en realidad tengo una sensación de que... —Poe tuvo que detenerse en seguir hablando porque miró hacia la puerta y se dió cuenta de algo—. Esperen, ahí viene.

Miramos para comprobar que la misma Gea de la que estaban hablando venía hacía nosotros y se detuvo frente a nuestro grupo.

—Poe —lo saluda apenas se detiene a
su lado—. ¿Esta es la manada que mencionaste?

—Sí, falta Damián que aún debe estar en su habitación, aunque le dije que estuviera atento a... —lo veo mirar a Padme—. Al horario.

Gea hundió las cejas en un gesto sutil. La observé que daba un ligero paseo con su vista hacía nosotros.

—¿No eran solo cinco?

—Olvide mencionar que ahora somos siete —sonrió Poe.

Todavía seguía mirándonos fijamente a todos nosotros y cuando miraba a Padme, parecía estar sospechando de algo, aunque en su mirada fue confusa para mí.

—Una manada grande es una manada fuerte —dijo con cierta sabiduría—. Me acerqué porque quería verlos, saber de quiénes me hablaste. Deben estar orgullosos de ti por haber solicitado con éxito un puesto en el área de Los Superiores.

¿Qué hizo qué? Dios, si no me cuenta ella, no estoy enterada de nada. Cuenten bien el chismesito porque... así no entiendo ni palo.

—Lo estamos —le sonrió Tatiana a Gea—. Somos sus fans numero uno.

Ja, que maravillosa mentira. Archie y yo nos miramos mutuamente y queríamos reírnos ante lo que dijo Tatiana, ella sabía muy bien que en realidad ni sabíamos.