Twisted Love [Nicolas]

Capitulo 17

Ahora con bastante atención, miré con rapidez quien estaba, Archie. Solo estaba él, ¿Dónde… estaba Danna?

—¿Dónde está Danna? —les pregunté.

No respondieron de inmediato. Tatiana me tomó de los hombros, dando un ligero apretón.

—Murió, Young. Ella… —desaparecieron sus palabras al mirar al frente con bastante atención.

Un ruido nos hizo voltear a mí y a Archie también. Una puerta se abrió y al parecer fue de la cocina que daba al garaje.

De esa puerta salieron mínimo cuatro tipos armados y muy listos para atacarnos. Uno de ellos fue más listo y se apresuró a disparar a las llantas del auto.

Maldita sea, lo que faltaba.

Tuvimos que agacharnos lo más rápido posible porque otro de ellos comenzó a disparar a lo desgraciado, algo que eso nos asustó a los tres. Por obvias razones no quería morir en este lugar, si quiero, pero no aquí.

Todo lo que escuchamos fueron disparos a todos lados, sin algún punto a darle, solo fueron disparos así cómo así, cómo si creyera que con eso saldríamos. Bueno, lo está logrando. Pero luego vi que Tatiana se enderezó un poco y lanzó una ráfaga de trozos de vidrio que le cayó a uno en la cara. Lo que se escuchó a continuación fueron gritos de dolor del hombre.

Tal vez y ahora sí estamos perdidos, que tal vez si vamos a morir si no vemos una esperanza. Algo, una señal de que podemos seguir.

La desesperación que tengo de por más que miro en busca de algo y poder huir, nomás no, como desearía tener esos poderes de poder resolver las cosas, así cómo en una serie animada… tan chido.

Mi vista se dirigió al arma que cargaba Tatiana en su pantalón. Ella lo miró también y negó.

—No, Jen. No hay suficientes balas para todos —aclaró ella.

—No necesitamos acabar con todos —afirmé—. Solo quedan tres, puedo con ellos. No necesito usar un arma para matarlos.

Con bastante rapidez, le quité el arma a Tatiana y me asomé con cuidado, un tipo disparó, me volteé rápido y suspiré aliviada de no haber salido.

Me asomé de nuevo y…. Apunté al Noveno. Jalé del gatillo.

Cayó uno.

—Yo disparo, ustedes corren —advertí.

No les dí la oportunidad de responder porque ya había salido del escondite. Uno de ellos disparó varias veces a mi dirección y yo corrí con todas mis ganas del mundo. No tenía de otra más que acercarme.

No puedo creer que de verdad… me estaba encantando hacer esto.

Le disparé al otro, volviendo a esconderme. Mi respiración fue entrecortada, correr no es lo mío.

Salí de dónde estaba y apunté con el arma para dispararle al Noveno, pero otros cinco tipos salieron de la puerta de la cocina. Mierda.

Los tipos me rodearon con rapidez. Estoy jodida.

De lejos escuché un chirrido de unas llantas. Miramos hacia el ruido y vimos las luces de un auto acercarse.

Las miradas de todos se fueron al auto acercarse. Uno que otro Noveno no había volteado y seguían en la misma posición.

El auto de color azul metálico se detuvo cerca de nosotros y vimos quién iba al volante era quién realmente no se esperaba, es Nicolas.

Dirigí mi atención a los otros, pero en eso estuvieron a punto de disparar sin una pizca de arrepentimiento en sus expresiones. Oí a alguien correr directo hacía mí, me preparé mentalmente para lo que se venía, cerré mis ojos esperando ser golpeada o algo, pero no fue así. Sentí una mano sobre mis hombros.