Capitulo 31

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Esa misma tarde no supe que hacer al respecto con Nicolas, sí, me gustó que haya dicho esas palabras, que se confesara así conmigo.

Pero eso no quiere decir que confíe lo suficiente en los Novenos, también debería ser precavida, pero hay algo que me dice que él no es del que debo cuidarme. Solo me había quedado tan quieta y callada, como si realmente el ratón me hubiera comido la lengua, no podía ni siquiera hablar, estaba tan sorprendida que solamente dejé que mi boca se moviera. 

Luego de darme cuenta de lo que estaba haciendo, solo salí corriendo de ahí y me encerré en la habitación. Es vergonzoso hacer esto, huir de alguien y se que cuando vuelva a mirarlo, recordaré todo tan claramente. “Laz vergüenzas de Jenna”  Debería hacer un libro sobre mi misma y de las tarugadas que he estado diciendo y hecho, pero eso significa que hablaría de cómo estoy alejando a una persona, así que no.

Cuando me tranquilicé, suspiré levemente y me levanté de la cama, dispuesta a salir, enfrentar la realidad y enfrentarme a todo. Va a ser algo complicado para mí, aunque no imposible.

Salí de la habitación y miré a todos lados, asegurando que no estuviera Annie o Nicolas. Bajé los escalones y me dirijo a la cocina, pero antes de eso, me llamó la atención de mirar afuera. Salgo un momento y lo primero que miré fue algo pasar por los arbustos.

Lo primero que pienso es que no sea alguien que intente hacer una locura, por lo que me acerqué un poco más y al seguir, el ruido fue más rápido. Fuí avanzando y al final me sorprendió ver a un gato curioso, intenté agarrarlo, pero solo salió huyendo a otra dirección.

Uh… yo que creí que podría tener un compañero para quitar el aburrimiento.

Me quedé quieta por un momento, creyendo que tal vez volvería, pero no fue así. A lo que decidí caminar en dirección al felino, sí, quería agarrarlo de cualquier manera.

Me acerqué y se alejó con bastante agilidad, me dejé de mover y me senté en el suelo y esperé a que solo viniera y eso sucedió. Se fue acercando cada vez más hasta que dió conmigo.

En ese momento, presentí que alguien se acercaba, a lo que me volteé con desconfianza y al verlo a él, me sentí menos nerviosa y asustada. 

—Con que lo has encontrado —mencionó refiriéndose al felino en mis brazos. 

Lo veo hincarse a un lado mio y extendió su mano para poder acariciarlo, mientras lo hacía, se bajó de mi y se fue directo a Nicolas. 

Oh vaya, entonces ya lo conocía, que gran confianza.

—Es bonito… —murmuré con diversión.

—Sí, lo es —asintió al mirarlo. 

Solté una leve risa luego de ver que realmente estaba tan concentrado, no lo había visto de esa manera. Podría decirse que para él solo existe ese felino y ya, algo lindo.

—Veo que te agrada bastante, ¿Es tuyo?

Su mirada se dirigió a mí con leve confusión y negó mientras seguía mirándome.

—No lo es, solo viene de vez en cuando. No sé cómo puede venir de un lugar tan lejos y regresar, es un gato muy listo.

—Ah ya, bueno… Lo es.

Nicolas asintió y de nuevo regresó su mirada al felino en sus piernas y mi mirada también se dirigió ahí. Noté que el felino parecía bastante cómodo estando en ese lugar, yo también estaría muy cómoda y feliz. Pero no soy yo quien está, es un gato. 

Lo peor del caso es que ninguno sabía que decir ya, después de lo sucedido… Yo no quise decir más, pero había bastantes cosas por decir, pero no me atreví a hacerlo.

Twisted Love [Nicolas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora