Capitulo 6

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Yo por mi parte decidí retirarme de ese caos. Ahora me encontraba a lado de unos invitados, sí, haciendo investigación.

¿A quién engaño? Lo hago porque me parece entretenido.

Miré alrededor, noté a Padme y Eris que me hicieron señas para acercarme a ellas. Supongo que tuvo la oportunidad de irse de ahí con Eris, algo bueno...

Acepté de muy mala gana y fuí a ellas, empezaron a decirme sobre las mazmorras y sobre el plan que tienen sobre fugarse sí llegan a encontrar a Alicia.

Siempre he querido hacer eso, en especial para Padme, supongo que solo se trata de hacer que huya de los Novenos.

Yo intenté huir, pero no me sirvió de nada, sabe dónde estás o que haces, algo muy raro de su parte. Se supone que solo soy su compañera que le ayuda con Padme.

Ridiculeces, ese tipo se trae algo.

Estaba tan entretenida en mis pensamientos, que un fuerte sonido hizo que se me escaparan todos mis pensamientos guardados.

—¡Atención, por favor! —habló alguien de repente, y la mayoría todos pusieron atención a la persona.

Miré también y era Gea. Pero mi atención fue en que había una persona más que no conocía, alguien que realmente no sabíamos de su existencia, bueno, hasta ahora.

—Quisiera hacer un especial agradecimiento al anfitrión de este evento. Muchos no lo saben, pero organizar La Cacería de este modo fue casi un reto —cuando dice "La Cacería" siento asco. Recordar aquellas personas tan asustadas, ya no puedo ya no con esto—. Se sabe cómo Dirigente tengo la capacidad de liderar nuestra comunidad como vea necesario, pero cada uno de mis actos debe ser aprobado por Los Superiores. Así que, aunque tuve que insistir en muchísimas ocasiones, logré demostrarles a todos que esta es la mejor vía para preservar nuestras costumbres. Y, por supuesto, no pude haberlo logrado sin la ayuda de uno de ellos: Aspen Hanson, dueño de la mansión.

Gea se giró a ese tal Aspen y le aplaudió, y los demás presentes también. A simple vista se ve como una impresión de poder con un toque de elegancia.

Me dió escalofríos, todos parecían demostrar que realmente le tenían bastante respeto. Todos lo miraron, literal, tenía toda la atención de todos.

—Parece que el misterio del dueño está resuelto —comentó Eris—. Es de uno de Los Superiores.

—Es extraño, ¿no les parece extraño? — preguntó Padme.

—Sí, es bastante extraño y eso no me agrada en lo absoluto —hablé en voz baja.

Padme estuvo diciéndonos más sobre Los Superiores, y diciendo esto y aquello, hasta que Eris la interrumpió.

—Viene para acá...

Casi me cago.

Pusimos los rostros de serias, pero no tanto. Bueno mi jeta siempre era ser seria. Ahora que lo veo bien, de cerca se ve mas intimidante.

Nos dedicó un asentimiento con cordialidad y carisma.

—Eris Cohen.

—Jenna Young. —me miró con cierta sorpresa en sus ojos.

¿Qué tengo?

—Padme Gray.

—Que nombre tan más interesante, cómo.. —comentó, pero Padme se apresuró en decirlo.

—En la película, sí —ella asintió. Él le sonrió amable, pero sus ojos fueron dirigidos a Eris.

Esperen, algo no me cuadra en esos dos. Algo me dice que tenga cuidado.

Estuvieron hablando de su nombre y sobre el por qué se lo habían puesto. Ya sabrán, algo que realmente no era de mi incumbencia.

—Las tres se ven demasiado jovenes — mencionó él.

—Somos de la manada de Poe Verne —explicó Padme.

—Claro, Verne. Recuerdo que una vez perdí una subasta por su culpa, pero no hay resentimientos. La gente astuta es de mi agrado. ¿La mansión ha sido lo suyo?

Pues claro que no, quien en su sano juicio...

—Sí, sobre todo por el misterio que hay a su alrededor —asintió Eris—. Hablando de eso, ¿por qué tantas ansias de ocultar que usted es el dueño?

Esto ya era un poco demasiado lejos. No entiendo porque le dijo eso, no debería estar diciendo o preguntar nada en lo absoluto, pero claro, Es Eris y no se le puede reclamar nada.

Y además, no me cuadraba nada ésto, que él sea tan amable con nosotras, bueno, con Eris.

Siento algo raro y desvío mi mirada a otro lado y disimuladamente volteo y eran Damián, Poe, Archie y Tatiana, nos echaban una miradita de alerta, como sí ya nos tuviéramos que alejar de ellos.

—Es que los secretos a veces no solo sirven para mantener algo oculto, sino para crear curiosidad —le respondió—. Por ejemplo, yo creo que el anonimato le da vida a esta mansión. Permanece mucho tiempo a oscuras por todos los viajes que hago.

—Curioso —murmuró Eris—. Entonces, de seguro no le molesta que haya algunos artículos haciendo referencia a que el dueño es alguien lo suficientemente enigmático como para no mostrarse.

—Por supuesto que no —respondió él.

Ya no decidí prestarle atención a su conversación, y luego lo oí despedirse de nosotras y solamente asentí.

Twisted Love [Nicolas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora