Personajes: Venti, Bennett, Diluc, Razor y Albedo.
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Ya llevabas un par de semanas en la nación de tu nuevo "jefe" y te explico como funcionaba todo en este lugar.
Te impresionaba que Venti cuando estaba ebrio le revelaba a todos que era Barbatos pero nadie le creía y bueno, quién le creería a un Bardo ebrio.
Te había citado en el árbol gigante que había cerca de una estatua y allí estabas. El idiota de Barbatos llevaba una hora tarde y ya te ibas a ir, es un insulto para ti que haya hecho esperar tanto tiempo.
—¡No te vayas, T/n!— Lo miraste furiosa.— Tuve un pequeño percance con un obsequio que quiero darte.
—¿Obsequio?— Guardaste tu lanza.
Se puso frente a ti.— Cierra los ojos y extiende tus manos.— Rodaste los ojos.
— Por los siete, Venti. Somos seres de más de mil años y vamos a estar haciendo algo tan tonto.— Te miró serio.
— Haz caso o no querrás enfrentarte a mi enojo. Ya me basta con escuchar como cada vez me dices estúpido.— Aún no te acostumbras al pequeño detalle de que él escucha si dices su nombre. Cuantas veces escuchó Zhongli cuando lo maldeciste.
Suspiraste e hiciste caso a lo que pidió. Era liviano lo que te dió.— Bien, abre los ojos.
Los abriste y viste que era un traje de color blanco con detalles verde como su ropa. Era bastante bonito.
— Muchas gracias, Venti.— Sonreiste feliz.
— Eso no es todo.— Tomo tu mano y la ibas a quitar por inercia. No estabas acostumbradas a esas cosas.— Tranquila, no pasará nada malo.
Te sorprendía como te hacía bajar la guardia con simples palabras.
—¿Adónde me llevas?— Ya llevaban varios minutos caminando.—¿Acaso eres un pervertido?
—¡¿Tan mal me ves?!— Desviaste la mirada con obviedad.— Le contaré todo a Zhongli.
—¿Crees que Morax me va a regañar?— Te burlaste del arconte.— Soy una oveja negra dentro de los adeptus.
Desde que llegaste, evitabas tener conversaciones innecesarias con él. Te avergonzaba que Venti fuera tan animado y tu un poco amargada.
— Yo creo que eres una adeptus increíble.— Su sonrisa es linda.— Has sido bastante servicial conmigo y has cumplido la misión que te encomendé bastante bien.
