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esteban's perspective
La noche había caído como una manta negra sobre la ciudad de Montevideo, lo que significaba la salida hacia el departamento de Agus, un gran amigo mío.
Fran y yo, como somos amigos desde hace tiempo, nos pusimos de acuerdo en que íbamos en su camioneta.
Y así lo hicimos, y cuando llegamos al apartamento de Agus, nos pusimos cómodos.
Ellos con un fernet con coca.
Yo con un ron.
- Qué les parecieron nuestros compañeros? Así de primera vista. - preguntó Fran, chismeando, como siempre.
- Todos muy genuinos, él que más me llamó la atención fue Enzo, un tipo callado y tranquilo. - dijo Agus, tomando un sorbo de su fernet.
- Sí, pero a mí me llamó más la atención la novia. Es linda la gurisa, eh. - dice Fran, en un tono sincero.
- Quién, Catalina? Cómo sabés que es la novia? - pregunté, en un tono interesado.
- Dale, boludo. Se notaba de acá a la china que esa mina lo tenía comiendo de la palma de la mano. No viste como lo hizo callar? - dijo Agustín, como si fuera lo más obvio del mundo.
- Ta, pero eso no significa nada, Agus. Peor fué cuando vos te fuiste y ellos se despidieron de nosotros, literalmente se fueron caminando hacia su auto como una pareja de casados de 70 años, o no Kuku? - dijo Fran, intentando que esté de su lado.
Yo, solo me encogí de hombros, tenían un punto, pero no estaba totalmente seguro.
- Soltera o no, la mina es preciosa. Diría que es una de las minas más lindas del set. - dice Agus, tomando otro trago de la bebida.
Asentí con la cabeza, estando de acuerdo.
- Estás medio callado, Kuku. - dijo Fran, alzando una ceja. - Qué? Te gustó la mina? - pregunta, soltando una risa.
Rodé los ojos, tomando un traguito de ron.
- No és que me guste, pero tampoco soy boludo, Fran. Si la mina es linda, es linda, y punto. - dije, encogiéndome de hombros.
- En eso concuerdo con vos. - dice Agus, asintiendo con la cabeza.
Unos golpes suaves en la puerta nos interrumpieron la conversación, y Fran, como un tierno que era, se levantó a darle la bienvenida al que entrase.
- Llegó Cata! - avisó Fran, con voz entusiasmada, pero sin decir nada sobre su posible acompañante.
Eso me hizo fruncir el ceño.
Luego de unos segundos, Catalina entró a la sala, y se sentó a mi lado, a una distancia prudente, con una sonrisa dulce plasmada en su rostro.
La misma sonrisa que nos mostró cuando se presentó con todos.
Agus, como buen anfitrión, le preguntó si quería algo de tomar, y ella pidió un vinito.
Un vino dulce, como su sonrisa.
Pensé, tomando un trago de mi ron.
- Y Enzo? No viene tu noviecito? - pregunté, mirándola a los ojos, mientras apoyaba la espalda en el sillón.
Que decís, Esteban? Quedaste como tremendo chismoso, gil.
Me dedicó una mirada confusa, al mismo tiempo que fruncía sus bonitas cejas.
- Primero, no tengo ni idea donde está. Segundo, noviecito? De qué mierda hablás? - preguntó, soltando una risa incrédula, como si hubiera dicho algo muy alejado a la realidad.
Opa, capaz no me haya salido tan mal.
- No es tu novio? - habló Agus, formulando la pregunta que todos le queríamos hacer, mientras volvía de la cocina con una copa en la mano, y posándola sobre la mesa ratona, frente a ella.
Ella, soltó una carcajada ante la pregunta, negando con la cabeza.
- No, para nada. Solo somos amigos, además de que Enzo tiene novia. - explicó, dando a entender que solo habían intenciones amistosas entre ellos.
Asentí con la cabeza, tomando otro sorbo de mi ron, mirando como ella hacía lo mismo con su vino.
La mayoría de la juntada se basó en hacernos preguntas personales, y descansarnos entre nosotros.
Nos enteramos de muchas cosas de ella, como que era uruguaya, que tenía un hermano menor al que le encantaba el fútbol y que vive en Punta del Este.
Enzo nunca apareció.
- Voy a llamar a Enzo. Perdón, Agus, te molesta que fume acá adentro? - preguntó, sacando una caja de cigarros de su bolso.
Ella, ante la negativa de Agus, procedió a prender el cigarrillo, comenzando a fumarlo mientras buscaba en su teléfono, lo que supongo que sería, el número de Enzo.
Creo que sintió mi mirada analizante, ya que volteó a mirarme, expectante.
- Querés uno? - preguntó, extendiéndome la caja con el encendedor adentro.
- Como me conocés ya, no sabía que fumabas. - hablé, esbozando una sonrisa agradecida mientras tomaba la caja de cigarrillos en mi mano, prendiéndome uno.
Ella, sonrió, llevándose el teléfono a la oreja, llamando a Enzo.
- Es algo que hago estando sola, la mayoría del tiempo. - explica, colocando el cigarro entre sus labios.
Arrugó sus cejas al escuchar el buzón de voz.
- Debe estar con la novia, es tremendo pollera. - soltó, haciéndonos reír a los tres.
Luego de un poco de charla más, Catalina miró su teléfono.
- Che, yo me tendría que ir ya, se me hace tarde, y mañana tenemos lectura. - dice ella, mirando la hora en su teléfono, mientras le dá una suave calada a su cigarro.
- Sí, tenés razón. - dice Agus, intentando despertar a Fran, quien se había quedado dormido en el sillón a su lado.
Estaba claro que la más sobria de la sala era Catalina.
- Dale, Fran. Que me tenés que llevar, cabezón. - murmuré, intentando despertarlo, pero él lucía bastante cómodo en el sillón.
Suspiré, parándome y pasándome una mano por la cara.
- Yo te puedo llevar, Kuku. Solo dejame buscar las llaves. - murmuró Agus, pero en ese mismo segundo le dije que no, él ya tenía bastante con Fran.
- Yo te puedo llevar - dijo, en una voz muy suave, Catalina.
- Posta? No te molestaría? - pregunté, mirándola con ojos brillosos.
- Para nada. Dale, vamos. -
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𝗗𝗢 𝗜 𝗪𝗔𝗡𝗡𝗔 𝗞𝗡𝗢𝗪?, Esteban Kukuriczka
Фанфикшн☕️ | "¿Realmente quiero saber si este sentimiento fluye en ambos sentidos?" Donde 𝑪𝒂𝒕𝒂𝒍𝒊𝒏𝒂 logra tener uno de los papeles protagónicos femeninos en una de las películas más aclamadas de todos los tiempos. 𝑶 Donde 𝑬𝒔𝒕𝒆𝒃𝒂𝒏 se enamora p...
