Extra 1

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₊⋆ ☾ ⋆⁺₊⋆ ♡︎

Había pasado aproximádamente un mes desde que Lili y Esteban eran novios.
Ya todos los del cast lo sabían, y todos los amaban, eran lo más tierno y sano del mundo.

Sus días se conformaban de mucho frío, mucha comida, y, mucho amor.

Como en este preciso momento, dónde Tebi y Lili se encontraban acostados en el sofá grande de la cabaña que compartían con Fran, el cuál había salido, uno recostado sobre el otro, mirando una serie que ambos disfrutaban bastante, "The Walking Dead'.

Ambos miraban tranquilamente su serie, como todas las tardes, pero la mente de Esteban, ese día, estaba en otro lugar.

Había una pregunta que hace mucho tiempo venía dando vueltas en su mente.

Qué era lo que a Lili le carcomía tanto de su pasado?

Nunca se lo había preguntado personalmente, ya que sentía que estaba invadiendo su privacidad.


Tampoco iba a revisar su teléfono, demasiado atrevido y controlador.

Pero no podía evitar notar que su novia desaparecía todos los meses en la misma fecha, sin decirle hacia dónde iba.

El 15 de cada mes.

Suspiró, observando como otro capítulo de la serie terminaba, haciendo que Lili se levantara para ir al baño.

Esteban se quedó sentado, pensando en si preguntarle o no, quizás era un tema privado y sensible, pero si aquél era el caso, él quería ayudarla, quería hacerla sentir mejor, reconfortarla.

Es para eso que están los novios, no?

Por eso mismo, cuando Lili regresó del baño, Esteban la miró a los ojos, señalándole que se sentara a su lado sobre el sillón.

Lili, con una sonrisa suave, se sentó, mirándolo con ojos brillosos.

Pero al ver la mirada seria de su novio, su sonrisa se borró parcialmente.

- Qué pasa, cielo? - preguntó Lili, arrugando sus cejas, tomando una de las manos de él.

- No es nada grave, cariño. Quédate tranquila. Es solo que...me intriga saber algo sobre tí. - suspiró Esteban, bajando la mirada a sus manos unidas, para que ella no se sintiera incómoda.

Pudo escuchar a Lili suspirar, señalando que ya había entendido la dirección de la conversación.

En silencio, sacó su teléfono del bolsillo, comenzando a buscar algo en Google.

Cuando lo encontró, le dió el teléfono a Esteban, quién, colocándose sus lentes rápidamente, leyó.

Culminó el juicio oral por el femicidio Valeria Costa.

Este martes se realizó la última audiencia del juicio oral por el femicidio de Valeria Costa, la joven de 17 años que fue asesinada por su expareja en agosto de 2013 en Maldonado. El juez de Violencia basada en Género de cuarto turno de Maldonado, Vital Rodríguez, anunció que dará a conocer la sentencia de primera instancia en una audiencia fijada para el 28 de agosto a las 13.00.

Esteban no tuvo que leer más para poder sacarse los lentes y abrazar a su novia, la cuál comenzó a sollozar suavemente entre los brazos de su novio.

- Es por eso que desaparezco todos los 15 de cada mes. Es por eso que a veces, cuando me llega un mensaje, me pongo triste, porque me escribe mi madre preguntándome como llevo todo esto. - dijo Lili, sorbiendo su nariz, mientras miraba a su novio con ojos brillosos, gracias a las lágrimas que caían de ellos a cada segundo.

Esteban, asintió con la cabeza, compartiendo el dolor de Lili, y queriendo desprendérselo del pecho.

No quería que ella sufriera.

Pero se debía conformar con abrazarla y darle muchos besos en su cabeza, a medida que la rubia a su lado se iba calmando, y las lágrimas disminuían.

Limpió las lágrimas del rostro de su novia con sus pulgares, en un gesto amoroso, mirándola con cariño.

- Perdón por preguntar, cariño. No debí hacerlo. - murmuró él, negando con la cabeza.

Lili empezó a negar con la cabeza, colocándose en el regazo de su novio.

- Sabías que no estaba actuando de la mejor manera, sabías que había algo raro. Te agradezco por darte cuenta, y también por darme mi espacio. - susurró ella, uniendo sus labios en un corto, pero dulce beso.

- Sabes que siempre quiero lo mejor para tí, y sí lo mejor es que compartas tu dolor conmigo, estaré acá para sufrir contigo, mi vida. - susurró él, dedicándole una sonrisa bonita a su novia, la cuál se encontraba a centímetros de él, aún mirándolo a los ojos.

- Te quiero. - dijeron al unísono, antes de besarse de nuevo, sellando aquél bello momento de vulnerabilidad.

Luego de eso, ambos siguieron mirando su serie, juntos, como todos los días.

Pero ahora más tranquilos, ya que ambos sacaron de sus pechos algo que tenían guardado hacía mucho tiempo.

Este momento no sólo los hizo entenderse aún más, sino que los fortaleció para los desafíos del futuro.

Se convirtieron en sus confidentes, el uno del otro.

Sabían que si pasaba algo malo, al final del día, su amor los estaría esperando con un café caliente y un abrazo reconfortante.

Eso era lo que más amaban de ambos.

Su conexión.

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𝗗𝗢 𝗜 𝗪𝗔𝗡𝗡𝗔 𝗞𝗡𝗢𝗪?, Esteban KukuriczkaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora