𝗗𝗢 𝗜 𝗪𝗔𝗡𝗡𝗔 𝗞𝗡𝗢𝗪?, Esteban Kukuriczka

7

₊⋆ ☾ ⋆⁺₊⋆ ♡︎

Hoy es 15 de agosto del 2021.
El día que íbamos a abordar el avión para ir hacia España.

En parte estaba emocionada, empezaría una gran etapa en mi vida, viviendo en otro país durante mucho tiempo.

Pero no podía irme antes de visitar un lugar, más bien, a alguien.

Claramente no sería una despedida, pero debía dejar esa etapa de mi vida atrás.

Ese día, me desperté a las 8 de la mañana, preparándome para ir a uno de los lugares que más odiaba ir en el mundo, si es que eso era posible.

Me senté en mi camioneta, largando un suspiro profundo, preparándome mentalmente para lo que se venía, y comenzando a manejar, esta vez sin música.

Cuando llegué a aquél parque sombrío que había visitado tantas veces, estacioné frente a él, bajando de mi camioneta y perdiéndome entre aquellos árboles frondosos, recorriendo el camino que tomaba todos los años.

Cuando llegué a aquella piedra tallada que conocía tan bien, sonreí tristemente, agachándome frente a ella y dejando un ramo de flores blancas sobre el césped.

- Hola, amiga. Hoy me voy a España, a grabar una de las películas más importantes de mi vida. - susurré, contorneando con mi dedo las letras claramente talladas sobre la piedra.

Valeria Costa.
09/08/1996 - 15/08/2013
" Las risas contigo, nunca faltaron. "

Suspiré, mientras las lágrimas se deslizaban por mis mejillas.

- Espero que estés orgullosa de mí. Estoy intentando vivir por ambas. Reír por ambas. Bailar por ambas. Viajar por ambas. Hacer todas las cosas que tú no pudiste. - susurré, acariciando la piedra suavemente.

- No te podré venir a ver por mi cumpleaños, perdón. - susurré, cerrando los ojos y negando con la cabeza.

Venir a este lugar por mi cumpleaños era casi un regalo. Aunque la pasara tan mal, me hacía sanar poco a poco.

- Feliz cumpleaños atrasado, amiga. Te quiero. - susurré, recordando que hace una semana, ella hubiera cumplido 26 años.

Suspiré, dejando un suave beso sobre la pierda pulida, antes de levantarme del suelo e irme, limpiándome las lágrimas en el camino.

Creo que odio un poquito a los cementerios.

Al llegar a la camioneta, ví en mi teléfono que tenía un mensaje de mi madre.

Ma
Hola gorda, como estás hoy? Papá y yo te extrañamos.
Fuimos a visitar a la madre de Vale, ella está bien, fuerte como siempre.
Tú ya fuiste a visitarla?

No pude contener el sollozo audible que escapó de mi garganta.

Coloqué mi cabeza sobre el volante, dejando que las lágrimas escurrieran por mis ojos, y dejando que los recuerdos invadan mi mente.

Sí, odio los cementerios.

ꨄ︎

Unas tres horas después, ya estábamos arriba del avión con los chicos.