𝗗𝗢 𝗜 𝗪𝗔𝗡𝗡𝗔 𝗞𝗡𝗢𝗪?, Esteban Kukuriczka

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₊⋆ ☾ ⋆⁺₊⋆ ♡︎

- Por qué lo besaste? - pregunta, con la típica voz de borracho. Un poco lenta y atropellada.

No tengo una respuesta a eso.

Me quedé muda, prendiendo un cigarro mientras manejaba, abriendo la ventana para expulsar el aire al exterior.

- Si te soy sincera, no lo sé, Tebi. Qué hablaron con Fran afuera? - pregunté, mirándolo de reojo.

- Me dijo que te besó porque quería ponerme celoso. Y quería que te dijera que me gustas. - murmuró, apoyando la cabeza sobre el asiento, mirándome.

Debo admitirlo, me puse nerviosa.

- Y? Funcionó? - pregunté, alzando una ceja, pero sin poder girarme a verlo.

De reojo pude ver como asintió con la cabeza, como si fuera un nene chiquito.

- Quiero que sepas que me gustas. Que me interesas. Que me atraes, demasiado. Me gusta todo de vos. Pero no sé si quiero saber si tú sientes lo mismo o no... - dijo, haciendo que mi corazón latiera rápidamente.

Negué con la cabeza, estaba borracho.

Los borrachos no mienten.

Suspiré, estacionando el auto en la entrada del complejo.

- Voy a bajar a Fran, quedáte acá adentro. - dije suavemente, sin antes darle un beso en el cachete y salir por al puerta.

Abrí la puerta trasera, encontrándome con un Fran dormido.

Sorprendentemente, tuve la fuerza suficiente como para llevarlo hasta su cama y arroparlo, no sin antes darle un besito de buenas noches en la frente.

Cuando salí nuevamente, en busca de Esteban, este ya estaba saliendo por la puerta del auto.

Apuré el paso, cerrando el auto con llave, para luego tomar la cintura de Esteban, haciendo de apoyo para él.

- Por qué no me besaste a mí? - preguntó, bajando la cabeza, mirando sus pies, sin dejar de caminar.

Me quedé callada, mordiéndome la lengua para no decir nada.

- Acaso no quieres? - preguntó, en una voz un poco rota, por lo cuál paré de caminar, para poder ver que estaba llorando.

Lo que me faltaba, que un borracho llorara enfrente mío.

- No, no, no llores, Tebi. Vamos adentro, allá podemos hablar. - dije, secando sus lágrimas con mis pulgares, en un gesto cariñoso, antes de casi arrastrarlo dentro de la cabaña.

Lo senté en el sillón, para luego decirle que no se mueva, que iría a por un vaso de agua.

Mientras llenaba el vaso de agua, escuché pasos detrás de mí, para luego sentir como algo abrazaba mi pierna.

Que mierda?

- Dime que tengo que hacer para tener un beso tuyo. Haré lo que sea, te lo prometo. Necesitas que sea un poco más alto, me pondré relleno en los zapatos. Te gustan hombres con ojos verdes? Me pongo lentes de contacto. Pero por favor, solo te pido un beso. - dijo él, arrodillado a mi lado, abrazando mi rodilla y parte de mi muslo.

Esto no está pasando.

- Tebi, levántate. - dije suavemente, intentando que se pusiera de pie, pero no tenía la fuerza suficiente.

Así que lo senté en el suelo, junto a la alacena, y yo me senté a su lado.

Suspiré.

- Mira, Tebi. Yo ahora mismo no puedo darte un beso. No es que no quiera, solo que estás demasiado borracho, cariño. - susurré, tomando sus manos en las mías, así me prestaba más atención.

El brillo de sus ojos volvió, al mismo tiempo que esbozaba una sonrisa feliz.

- O sea que tú también quieres? Me puedes prometer que me darás un beso a mí también? - dijo, pareciendo un niño de cinco años, al cual le estaban ofreciendo su dulce favorito.

- Yo sí quiero, Tebi. Quiero un beso tuyo. Pero ahora no podemos. Te puedo prometer que mañana te lo doy, te lo aseguro. - dije, acariciando su barba.

- Graba un video. - murmuró.

- Qué? - pregunté, arrugando mis cejas.

- Graba un video, así no podés romper la promesa. - dijo, encogiéndose de hombros.

- Bien. - dije, sacando mi teléfono y abriendo la cámara, poniendo la opción de video, mientras nos apuntaba.

No puedo creer que estoy haciendo esto.

- Bueno, hola, Esteban y Catalina del futuro. Acá estamos con un Tebi un poco...borracho. Saludá. - dije, esbozando una sonrisa, ahora apuntándolo directamente a él.

- Hola, Lili, me gustas mucho. - dijo, asintiendo con la cabeza.

Solté una risa, volviéndome a apuntar.

- Grabo este video para poder mostrárselo a un Tebi un poco más consciente. Tebi, si estás viendo esto, te debo dar el beso que no te dí estando borracho. O no, cariño? - pregunté, apuntando nuevamente a Esteban.

- Sí, más te vale no achicarte, gil. - dijo él, casi pegándole una piña al teléfono.

Solté una carcajada, señalando un chau con mi mano, al mismo tiempo que cortaba video.

- Listo. Ahora vamos, a dormir. - dije, ayudándolo a levantarse.

Luego de eso, lo dirigí a la cama. Le saqué sus zapatos y su abrigo, dejándolo con una remera y su bóxer.

Yo, me fuí al baño a cambiarme, y cuando volví, Esteban estaba completamente dormido.

Me acosté junto a él, dejando un espacio entre nosotros, el cuál él rompió en menos de 10 segundos, atrayéndome hacia él, abrazándome por la espalda.

- Buenas noches, nena. - murmuró, dejando un torpe beso en mi coronilla.

Sonreí, cerrando mis ojos, antes de caer en un profundo sueño.

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Mis ojos suavemente se fueron abriendo, gracias a que la luz de la ventana pegaban directamente en ellos.

Cuando los abrí, pude sentir como todavía Esteban me seguía abrazando por la espalda, manteniéndome junto a él.

Alzé un poco mi cabeza, para ver que Fran aún estaba dormido en su cama.

- Despertaste. - susurró una voz grave en mi oreja, para luego dejar un dulce beso sobre ella.

- Buenos días para tí también, Tebi. - susurré, tomando la mano que aún me abrazaba el abdomen, dejando un beso sobre esta.

- Yo hace rato me desperté. - murmuró, tomándome de la cintura, para girar mi cuerpo, y que quedemos frente a frente.

Sonreí, mirando sus ojos cafés.

- Y por qué seguís en la cama? - pregunté, hundiendo mi cabeza en la almohada.

- Porque estaba en paz. Acá. Acostado. Con vos. - susurró, colocando un mechón de mi pelo atrás de mi oreja.

Suspiré, conectando mi mirada con la suya.

- Tebi, tengo algo que mostrarte. -

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