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Los días pasaron.
El frío y el hambre fueron testigos de amores invernales que se escondían entre las bolas de nieve y las rocas de la montaña.
Los meses se desvanecían como aire entre sus dedos, y, sin darse cuenta, ya habían acabado el rodaje.
Los besos, abrazos y lágrimas no faltaron en aquella despedida.
Despedida para algunos, claramente.
Lili y Tebi habían cumplido recientemente 5 meses de relación, los cuales los disfrutaron paseando por Barcelona, la ciudad que se robó sus corazones.
Muchos partirían hacia sus hogares con una sonrisa, algunos con nostalgia, pero ellos, partirían con una nueva persona en sus vidas, y no sería algo pasajero.
Tuvieron varias charlas, y llegaron al acuerdo de que tener una relación a distancia no era lo mejor para ellos, no aguantaban estar tanto tiempo el uno sin el otro.
Por lo cuál, sin pensarlo dos veces, Lili le ofreció ir a vivir juntos a su apartamento, en Punta del Este.
Ambos estaban fascinados con la vida que les esperaba.
Nuevas oportunidades y experiencias, acompañados de la mejor persona que ellos podían elegir.
Tristemente, se despidieron de sus amigos, los cuales habían sido un pilar en su vida durante los últimos 6 meses.
Como podrían olvidar los viernes de pastas con Blas? Al cuál consideraban casi un hijo?
Como podrían olvidar el hecho de que Juani les explicó como usar Twitter, a tal modo de que ahora eran casi expertos?
Como podrían olvidar todos los días que Fran se acostaba en medio de ambos en la cama, diciendo que le tenía miedo a las tormentas de nieve?
Como podrían olvidar las fantásticas sesiones de fotos que Enzo les hacía?
Como podrían olvidar a aquellas personas que cambiaron completamente su vida?
La respuesta es que no lo harían.
Por eso, en las miradas de Lili y Kuku no había lástima ni tristeza, sino esperanza.
Esperanza de que el destino los volviera a juntar.
La mudanza a Punta del Este fue dura, ya que Tebi tenía que traer todas sus cosas desde Argentina hacia Uruguay.
El proceso duró una semana, en la cuál el apartamento estaba dado vuelta, completamente desordenado.
Días después, amaban su rutina.
Amaban ir a la playa juntos a broncearse.
Amaban ir a probar nuevas cafeterías.
Amaban ir a ver al hermano de Lili jugar fútbol.
Amaban pasear de la mano por todas las calles de aquella bonita ciudad.
Amaban estar juntos.
Y eso se les notaba en la mirada.
Como en aquél momento, donde estaban fumando un par de cigarrillos, sentados en el balcón, Lili apoyando sus piernas sobre las de Tebi.
La brisa fresca de la noche los comenzaba a abrazar, pero eso era casi nada comparado al frío que pasaron en España.
- Amor. - murmuró Lili, intentando llamar la atención de su novio, el cuál estaba mirando el mar mientras acariciaba una de sus piernas.
- Dime, cielo. - respondió él, sin girar la cabeza.
- Te amo. - soltó sin más, Lili, esbozando una sonrisa dulce.
Esteban se giró, mirándola con una ceja alzada, algo sorprendido, pero igualmente contento ante la confesión de la contraria.
- Yo también te amo, tesoro. - respondió él, acercándola hacia su cuerpo para poder darle un beso a aquellos labios que tanto le gustaban.
Creo que ninguno de ellos se imaginaba la increíble persona que iban a conocer durante aquél rodaje.
Un día, Lili explicó eso en una entrevista, ante una pregunta un poco profunda.
- Valió la pena todo el proceso? -
- Sin duda alguna. - respondió, sin dudar. - Valió totalmente la pena, ya que todo lo que aprendí, los amigos que hice y el increíble novio que conseguí no se comparan con todas las horas de frío y hambre que pasamos. Si supiera todo el proceso, y como sería el final, lo haría todo de nuevo, sin dudarlo. -
Las entrevistas y las preguntas se hicieron algo familiares en la vida de ambos, pero Tebi y Lili decidieron mantener un perfil bajo ante las cámaras, era una relación privada, no secreta.
Los trabajos vinieron de a montones, oportunidades para trabajar juntos les llegaban de a miles, y ellos, gustosos, aceptaban algunas.
Se amaban con pureza, y eso se notaba frente a las cámaras.
Por eso el público los amaba tanto.
Querían tener algo como lo de ellos dos.
Me incluyo en ese grupo.
Los años pasaban, y ambos decidieron dar un paso más allá.
Decidieron casarse.
La boda fue hermosa, pero lo más hermoso fue el regalo que llegó después.
Su amada hija, Lily.
Y luego su querida perrita, Luna.
Ambos tenían todo lo que alguna vez habían soñado, una persona excelente a su lado, familia y estabilidad.
Eso eran el uno para el otro.
Se entendían a la perfección.
La química era irrefutable.
Y eso, perduraría hasta que sus corazones dejaran de latir.
Quién diría, que al principio estaban asustados por demostrar sus sentimientos.
Y ahora, eran una familia.
La Familia Kukuriczka Acosta.
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𝗗𝗢 𝗜 𝗪𝗔𝗡𝗡𝗔 𝗞𝗡𝗢𝗪?, Esteban Kukuriczka
Fanfiction☕️ | "¿Realmente quiero saber si este sentimiento fluye en ambos sentidos?" Donde 𝑪𝒂𝒕𝒂𝒍𝒊𝒏𝒂 logra tener uno de los papeles protagónicos femeninos en una de las películas más aclamadas de todos los tiempos. 𝑶 Donde 𝑬𝒔𝒕𝒆𝒃𝒂𝒏 se enamora p...
