𝗗𝗢 𝗜 𝗪𝗔𝗡𝗡𝗔 𝗞𝗡𝗢𝗪?, Esteban Kukuriczka

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catalina's perspective

- Yo te puedo llevar - dije, en una voz muy suave, ya que al no haber tomado tanto, podía llevarlo con facilidad.

No quería que se metiera en problemas innecesarios.

- Posta? No te molestaría? - preguntó él, mirándome con ojos brillosos, gracias a los vasos de ron que se había tomado.

- Para nada. Dale, vamos. - dije, yendo a despedirme de Agus, el cuál se despidió de mí con un beso en el cachete.
Para luego ir a donde estaba Fran y dejarle un besito en la frente.

Esperé durante unos segundos a Esteban, para luego bajar por el ascensor en completo silencio, pero no era uno incómodo, era de esos silencios pacíficos.

Llegamos a mi camioneta, y lo hice subirse al asiento del copiloto, así me iba indicando hacia dónde quedaba su casa.

Arranqué a manejar, el silencio todavía reinaba entre ambos.

Tomé mi caja de cigarrillos y me encendí uno, sin perder nunca de vista la carretera.

Bajé la ventanilla totalmente, largando el humo hacia afuera.

Hubieron unos minutos de silencio más, antes de que su voz ronca lo interrumpiera.

- Puedo preguntarte algo? - preguntó Esteban, mirando el cigarro en mi mano izquiera, antes de mirarme la cara.

Lo miré de reojo, asintiendo con la cabeza.

- Sé que esto no se le debe de preguntar a una mujer, pero puedo saber cuantos años tenés? - preguntó, girando su cabeza para mirar el camino por el que íbamos, indicándome que doble en dos cuadras.

- Veinticinco. Y vos? - respondí, doblando en la esquina que él me indicó, dándole una calada a mi cigarro.

- Treinta. Pensaba que hasta tenías menos, tipo Matías, él tiene 20. - respondió, mirando por la ventanilla. - Y tu noviecito cuántos tiene? - preguntó, haciéndome recordar a mi amigo.

Sonreí, rodando los ojos, fingiendo estar fastidiada.

- Tiene veintiocho. Suelo juntarme con gente mayor que yo, sin ofender. - dije, soltando una pequeña risita, frenando frente a una casa de color marrón, la casa de Esteban.

Él, me miró de reojo con una sonrisa, negando con la cabeza antes de bajar del auto.

- Gracias por el viaje, rubia. Nos vemos mañana. - dijo, cerrando la puerta de la camioneta y despidiéndome con la mano.

Me despedí también de él, antes de emprender camino hacia el hotel.

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La lectura del día siguiente ya había finalizado, haciéndonos salir a todos al hall, donde cada uno se puso a conversar con su grupito.

Como Enzo se tenía que ir rápidamente a hacer unas cosas, salió antes de la lectura, sin antes despedirse de mí.

Yo, me acerqué a Esteban y Fran, los cuáles estaban hablando tranquilamente.

- Hola chicos. - saludé, parándome de puntitas para darle un beso en el cachete a ambos. - Vieron que en dos días nos vamos a España para empezar a grabar? - dije, sonriendo entusiasmadamente.

- Sí, va a estar lindo. Lo único feo van a ser las 12 horas seguidas de vuelo. - habló el Kuku, rodando los ojos mientras se cebaba un mate.

- Callate la boca, Esteban. No me hagas pensar en eso. - dijo Fran, fingiendo que lloraba, mientras me abrazaba y fingía sollozar en mi cuello.

Solté una risa, disfrutando del buen momento y de la compañía.

- Precisas que te llevemos, Cata? Ví que Enzo te trajo hoy. - dijo Fran, tan dulce como siempre.

- Uf, me harían tremendo favor si lo hicieran. Odio tomar taxis. - dije, dándoles una mirada agradecida.

- Bueno, vámonos entonces. - respondió el Kuku, comenzando a caminar hacia su camioneta.

Una vez que subimos, les dije el nombre de mi hotel, y desde ahí, fuimos conversando sobre la vida todo el viaje.

Me caen re bien estos pibes, los quiero de amigos siempre.

- Che, vieron que cuando estemos allá en España nos vamos a quedar en unas cabañas, saben si hay que elegir compañero o algo? - pregunté, cebando mate en la parte trasera del auto, antes de pasárselo a Fran.

- Por lo que tengo entendido, creo que hay que hacer grupos de tres personas. Fran, Agus y yo íbamos a ir juntos, pero como Agus tiene a la familia de la novia allá, pinchó todo. - respondió Esteban, encogiéndose de hombros.

- Me pasó algo parecido, yo quería ir con Enzo, pero como la novia tiene casa allá, va a quedarse con ella. - dije, frunciendo mis labios.

- Querés quedarte con nosotros? Te vamos a tratar bien, rubia. - me preguntó Fran, mirándome con ojos de cachorrito.

- Dale Cata, anímate. Vas a pasar el mejor rodaje de tu vida con nosotros. - dijo Esteban, girando su cabeza hacia mi dirección durante un segundo, guiñándome el ojo.

Me parece que me están seduciendo.

- Bueeeno, si me lo piden así...- dije, soltando una risa, asintiendo con la cabeza.

Ambos chicos festejaron, diciendo que teníamos que poner algunas reglas si nos íbamos a quedar juntos.

Rodé los ojos, viendo como Esteban estacionaba el auto frente a mi hotel.

Rápidamente, asomé mi cabeza entre los asientos delanteros, dejando un suave beso en las mejillas de cada uno, antes de salirme del auto, gritando las gracias y diciendo que nos veríamos en el aereopuerto.

Subí a mi habitación, poniéndome cómoda para poder pedir servicio a la habitación, a la par que miraba la gala de eliminación de Gran Hermano.

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