Nolan
En mi mente todo parecía tan fácil, hacer mis maletas, irme y darle la cara una vez ya no haya marcha atrás. Siendo consciente de que esa era la única forma de que no intentaría convencerme de hacer lo contrario. Estoy seguro que ahora hará todo lo posible por evitar que me vaya a vivir fuera de su techo, de su control.
Espero a que sea él quien comience esta conversación, mirando como se sirve un vaso con whiskey.
—Me voy —repito, queriendo terminar con esto de una vez por todas.
No voy a prolongar su silencio. Sin embargo, sigue sin decir una sola palabra.
Se lleva el vaso a la boca y toma un trago de su bebida, sin apartar la vista del cuadro a un par de metros clavado en la pared del gran salón.
—Es igual a ella —dice, puedo notar algo de nostalgia en su tono de voz —Tu hija es... ella se parece mucho a tu madre.
Y me privaste de ella por mucho tiempo. Me pica la conciencia por decirle, pero no voy a gastar otra palabra en ello.
—Lo sé —digo en respuesta.
—No tienes que irte, esta también es tu casa y...
—Y ellas ahora son mi familia —lo interrumpo —Mi lugar es con ellas.
Aparta la vista del cuadro y sus ojos se clavan en mí cuando se gira. Un par de metros nos separan, pero puedo ver el brillo a penas perceptible que surca sus ojos, como evidencia de que unos minutos atrás, algunas lágrimas abandonaron sus lagrimales cuando vio a Naia. Conmocionado por haberla conocido, probablemente por lo mucho que se parece a mi madre y muy en el fondo, no puedo negar, que me sienta bien que haya sentido algo al verla.
—Al parecer lo hice todo mal, contigo. Fui un mal padre —añade ante mi desconcierto —Te ibas a ir y si no llego antes, ni siquiera me entero que te vas.
—Iba a informarte de mi decisión una vez ya me haya mudado —aclaro, obviando la parte en la que quiero decirle que no fue un buen padre, pero sigue siendo el único que tengo —Cuando no tuvieras la oportunidad de intentar convencerme de no marcharme.
Y ahí está esa sonrisa arrogante, dejando en claro que le hace feliz saber que todavía tiene ese poder sobre mí. Manipular mis decisiones.
Desde hace mucho debí salir de su techo. Construir mi propio camino.
Sin tener prisa por llegar a la meta, solo disfrutar de cada paso.
—Es irónico, ¿Sabes?
—¿Qué? —pregunto, curioso por saber lo que pasa por su mente.
No me responde al instante, simplemente se toma el último trago que le queda en el vaso.
—Yo fui el causante de separarlos y sin embargo, también el responsable de unirlos de nuevo. Tantas personas en el mundo y yo tenía que traerla precisamente a ella de regreso para trabajar contigo —suelta una risa irónica —Y ahora te vas por ella.
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Un poco de amor
RomanceNolan y Gaia, fueron separados por las diferencias de clase impuestas por el padre de Nolan, enviándola a estudiar al extranjero. Años después, el destino los reúne cuando Gaia es traída de regreso para trabajar para él. Las emociones se desbordan...