❝¡¿𝐇𝐀𝐑𝐔𝐍𝐎?!❞ ❱ 𝐑𝐞𝐞𝐧𝐜𝐚𝐫𝐧𝐞 𝐞𝐧 𝐒𝐚𝐤𝐮𝐫𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐮𝐧𝐨 Harem. ©✔

Examen chunin 14/?

EITHAN MIRABA EL SUELO CON
su típica mirada muerta, Kakashi estaba frente suya, preocupado y intentando encontrar las palabras adecuadas para su genin. Sasuke los veía a un lado, con el rostro neutro, pero levemente interesado.

—Sakura... Esto no es culpa tuya, es parte de tu marca ¿entiendes? No es algo que se controle—Dijo Kakashi, intentando suavizar sus palabras y usarlas de manera correcta.

—Lo siento...—Susurro Eithan, con voz ronca.

—Tranquila, mejor, quitemos esa cosa ¿bien?

Eithan levantó la mirada, y sus ojos opacos chocaron con el rostro de su sensei, que le regalaba una sonrisa tranquila, o eso creía pues su ojo estaba cerrado.

—¿Donde está tu marca?

Ante tal pregunta, Eithan se dio la vuelta, dándole la espalda al peliplata. El sensei ladeó la cabeza confundido, hasta que se exaltó, pues Sakura levantó la parte trasera de su top, mostrando su espalda.

Sasuke se exaltó y se dió vuelta rápidamente, con un sonrojo en sus mejillas.

Kakashi entrecerró los ojos con molestia, reconociendo la marca de inmediato cerca de sus costillas.

—Es allí—Informa el pelirosa.

—La veo... Bien, prepararé todo, siéntate en el suelo y, espero no te incomode quitarte la parte de arriba.

— Kakashi, creo que te estás olvidando de mi. —Se quejo Sasuke, mientras el sonrojo no liberaba sus mejillas.

Kakashi solo soltó una risa. —Simplemente, dense la espalda, no se toquen, solo acomode se.—Indicó.

Eithan se encogió de hombros, sinceramente no le importaba, pero tampoco quería faltarle al respeto a este cuerpo... Igualmente, sabía que Kakashi lo hacía por ayudarle y no por otras cosas perturbadoras. Eithan sin problema alguno, retiro la parte superior de su ropa, dejando a la vista un par de vendas que rodeaban sus pequeños pechos, y que iban por detrás de su espalda.

Sasuke hizo lo mismo, en ningún momento voltearon a verse, se mantenían dándose la espalda, sentados en el suelo y sin siquiera rozar sus cuerpos.

Kakashi comenzó a hacer sellos en el suelo, y por último, pidiendo permiso empezó a trazar en la piel pálida de la chica y sin problemas en el de Sasuke.

Eithan miraba al frente, sin reacción alguna, esperando que algo sucediera.

—¿Están listos?—Pregunto el canoso.

Eithan asintió, pero no supo si Sasuke lo  hizo, y tan solo unos segundos, Kakashi habló.

—¡Sello de maldición!

Llevo una mano cada marca y los ojos de Eithan se pusieron en blanco, su boca se abrió y soltó un potente grito desgarrador. Sasuke parecía estar igual.

Cuando estuvo listo, se retorció y sus manos soportaron su peso, mientras jadeaba. Kakashi les miraba con una mano en la cintura.

—Listo. Ahora, la próxima vez que la marca de maldición empiece a actuar, el sello se encargará de todo.—Hizo una pausa—Pero recuerden: El jutsu de Sello de Maldición es tan fuerte como lo eres tú. Su fuerza se deriva de la fuerza de tu propia voluntad. Si tú voluntad es débil, si comienzan a dudar de ustedes mismos, la maldición se desencadenara con toda su fuerza.

Eithan solo escuchaba hasta que se desplomó en el suelo junto a Sasuke.

—Vaya, cuánto has crecido.

Una voz se escuchó detrás de Kakashi. El peliplata se puso rígido y en un estado de shock.

—Y pensar que ya eres tan fuerte como para llevar a cabo el jutsu de Sello de maldición.