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En otro universo...
Atenea es la protectora de Vicky.
Era una linda mañana. El clima era agradable, el aire fresco, el cielo despejado, el sol estaba reluciente, era la mañana perfecta.
En una pequeña escuela de Añasco existía una joven de cabello corto de un castaño claro. Tenía un par de ojos azules, tan azules que parecía que estabas viendo el mismísimo océano. Su altura era impresionante, muchos tenían que alzar la mirada para poder verla. La belleza de la joven era impresionante y su bondad ablandaba el corazón de quién la conociera.
Sin embargo, el mundo esta lleno de crueldad. La maldad corrompe a los débiles y la misma se encarga de destruir hasta el más mínimo rastro de luz.
María Victoria era luz y la crueldad siempre trataba de apagar su brillo.
-Largo de aquí, estorbo- dijo una chica empujando a la ojiazul contra la pared.
-Laura, por favor, hoy no quiero problemas. Solo necesito usar el sanitario así que déjame tranquila.
Victoria trato de esquivar a la pelirroja pero una rubia se puso enfrente de ella, bloqueandole el paso.
-¿A dónde cree' que va tu, niño?, Por si no sabes leer este es el baño de mujeres, el de hombres queda por allá.
El grupo de chicas se burló mientras la pelirroja señalaba el baño de varones.
-Soy tan mujer como ustedes. Estoy en mi derecho.
-Yo y las chicas no nos sentimos cómodas teniendo a una persona de tu...tipo en el baño de señoritas.
El ceño de Vicky se frunció.
-¿De mi tipo?
-Si no mal recuerdo Vickita, tus intereses son...distintos .
La castaña solto una risa amarga.
Claro, ahora todo tenía sentido para Victoria.
-¿Todo esto es por qué soy lesbiana?
-Ay querida, no te lo tomes a mal, nena. Solo pensamos que tal vez te sentirías más cómoda estando con los hombres. Incluso pasas desapercibida entre ellos, con ese cabello ya pareces uno.
El lugar de lleno de risas por los comentarios que soltaba la chica.
Salir del closet fue una de las cosas más difíciles que victoria había hecho. Cuando sus padres se enteraron tuvieron la peor de la reacciones. Vicky tuvo que ir de psicólogo a psicólogo, de iglesia a iglesia y tuvo miles de charlas de parte de sus padres donde ellos le decían que era una simple confusión de la adolescencia.
