Un Heredero Para El Demonio (paperhat)

Capitulo 29

Música clásica en vivo, parloteos, murmullos, copas chocando y risas escandalosas con un destello de falsedad escondida, todo esto era entonado a la par detrás de la puerta que conectaba con el salón de eventos del hotel, donde de no conocer todo el panorama que se desarrollaba dentro del lugar cualquiera podría decir que se trataba de un simple evento con una grata convivencia de villanos.

El artífice del mal se poso frente a la puerta haciendo una ultima parada para verificar que su corbata estuviese perfectamente colocada. Mientras que detrás de este se encontraba la peli-verde revisando su "glamuroso" maquillaje que ella misma se había elaborado para la gran noche, un poco pasado de color pero al fin y al cabo nadie se atrevió a discutirle, aun si por el pensamiento de la pareja que iba a su lado pasaba la idea de compararla con un payaso del circo mas barato de la ciudad, el de bolsa estaba mas que predispuesto a regalarle un buen curso de maquillaje tan pronto acabaran con el capitulo de esa noche y regresaran a la mansión del villano. Por ultimo el castaño antes mencionado parecía sumergido en sus propias preocupaciones permaneciendo con la mirada perdida y los brazos cruzados, ubicado a un costado del de sombrero, o al menos en apariencia pues tan pronto fue llamado por el cambia-formas este salio de su transe dando un pequeño saltito en su lugar que hizo soltar un bufido de burla a la chica a su lado.

— Flug—  llamo el villano tratando de atraer rápido su atención concentrando su mirada sobre el embarazado, mas antes de siquiera regresarle una respuesta este continuo— considero adecuado afirmar que vienes armado, ¿estoy en lo cierto?

El castaño titubeo un segundo llevando sus manos a la bolsa que se encontraba dentro de su saco para encontrarse rápidamente con uno de los tantos lazzer que el mismo facturaba. Aunque era importante destacar que este lo había construido específicamente para ese día, ya que al no poder defenderse físicamente de ser necesario tendría que contar con algo del calibre para aniquilar de un solo tiro a todo aquel que atentara contra la integridad física de él y su bebe.

— Por supuesto señor, todo esta donde tiene que estar— afirmo soltando una risa nerviosa tratando de disimular su falta de confianza previa a contestar, reacción que al villano no le paso desapercibida levantando un poco una de las cejas pero al no querer complicar las cosas tomo rápidamente la respuesta del castaño y dejo el asunto ahí

— Perfecto, siendo así, Demencia abre la puerta para ser recibidos por todos nuestros estimados colegas, no hay que hacerles esperar tanto,  seguro seria grosero de nuestra parte retrasar el inicio de esta encantadora velada— demando dedicándole una sonrisa que ante los ojos del cientifico no deslumbraba ni un poco de simpatía, pero la otra aun incondicionalmente enamorada no lo pensaría ni dos veces cuando ya se encontraba hasta el frente lista para dar entrada al par junto a ella

— Lo que tu digas mi amado

Como si por capricho del destino o una coincidencia de una en cien se tratase, en el preciso momento donde las puertas fueron abiertas comenzó a sonar con fuerza un fragmento de las cuatro estaciones, aperturando una magnifica entrada para el grupo que fue cubierto por los ojos de todos los presentes en menos de un segundo. El de bolsa al sentirse amenazado en confabula con su instinto de supervivencia busco esconderse a las faldas de la chica reptil y el cambia-pieles, quien de forma breve le incito a seguir avanzando dedicándole una mirada firme que logro tranquilizarlo un instante.

 El de sombrero y la peli-verde caminaron con presunción mientras atravesaban el salón esbozando una sonrisa en todo momento que aparentaba ser mas un estilo de burla para cada individuo existente ahí. Siendo todo lo contrario para el castaño quien escondía sus nervios detrás de la bolsa tratando de no perderles el paso al par que parecía estar disfrutando la atención extra, en otras palabras si a él le preguntasen si lo disfrutaba gritaría un absoluto no. Sus sentidos chillaban en armonía para advertirle que toda esa atención era mas un estilo de sentencia silenciosa para el trió y definitivamente no se estaban esforzando en ocultarlo, como si casi todos esos seres fueran una sola conciencia.