Un Heredero Para El Demonio (paperhat)

09

Al parecer ya era de día, y no por mera especulación, la luz que se colaba a la habitación del de cabellos castaños era suficiente para hacérselo saber, aún si está venía en tonos grises.

El joven científico se removió varias veces en su lugar, estirando y contrayendo su cuerpo, junto con varias grandes tomas aire. ¿Cuando había sido la última vez que durmió tan placenteramente?, No recordaba ni una, al menos no en años cercanos, y mucho menos en un colchón tan lujoso y cómodo, el suyo tenía lo propio, pero al lado de donde se posaba en ese momento no le llegaba ni a los talones, una razón más por la que inconscientemente agradecería a su jefe, gran error

Decidió que ya había sido suficiente, a pesar de que su cuerpo le quería cobrar todas esas horas de insomnio, siendo resultado de las montañas de trabajo a las cuales siempre estaba sometido por su jefe. Tallo un poco sus ojos soltando un gran bostezo y en seguida enderezó la mitad de su cuerpo, quedando sentado sobre aquella gran cama, donde seguramente cabía varias veces, unas seis diría el. Río ligeramente ante aquel pensamiento, ya que de alguna manera le parecía divertido pensar en varias copias de el llenando todo ese espacio vacío

Dejando esa extraña idea de lado, salió del lío de sábanas que el mismo había creado, percatándose de la baja temperatura al solo vestir su camisa y calzoncillos con estampado de aviones. Ante esto dirigió un momento su mirada a uno de los ventanales contrayendo la sorpresa de que el día estaba bastante nublado, era más que obvio que llovería, pareciéndole un poco loco al científico ya que el día anterior hacia un calor del infierno por la mañana

Ya un poco más despierto tomo su celular, el cual no era de los más nuevos, pero le servía para lo único que lo necesitaba, calculadora, Internet, llamadas y la hora, siendo la última el motivo de su toma. Miro un poco extrañado los números que se reflejaban en la pequeña pantalla de aquel móvil, y como si este le mintiera parpadeo varias veces para encontrarse con el mismo resultado, 4:16 pm. Casi le daba un infarto, ya era muy tarde y el seguía durmiendo, tomo su ropa casual, no tardandando ni dos minutos en vestirse seguro su jefe lo mataría y...un segundo, el ni siquiera lo había ido a despertar. Se paralizó un par de segundos, no es como que quisiese que lo regañaran, pero ya estaba tan acostumbrado a esto solo por dormir un poquitín de mas, que ahora no sabía ni como proseguir.

Medito otro par de minutos más y justo cuando estaba más que decidido a ir en busca personalmente al de sombrero (vaya masoquista) su estómago lo hizo cambiar de parecer. Desde la tarde anterior no había ingerido alimento, y si bien podía pasar varias horas sin un solo bocado, esto solía ser solo cuando estaba trabajando bajo presión, que agregando no era por gusto, pero tiempo era lo que le faltaba y si podía ahorrarse quince minutos en esa actividad, mucho mejor

Bajaría a desayunar (literalmente), era un hotel tenían que tener un comedor ¿no?, seria algo muy rápido, probablemente su jefe no notaría su ausencia, el castaño ni siquiera estaba seguro si se encontraba el mencionado en su habitación

Tomo la tarjeta con el fin de no quedarse fuera "sin llave", giro la manija de su puerta y como si alguien lo fuese a atrapar desobedeciendo órdenes saco la cabeza mirando varias veces de izquierda a derecha, asegurándose que nadie viniese por el pasillo. Cuando juro que todo estaba despejado salió de golpe, estaba a nada de llegar al elevador cuando claramente alguien lo paro desde atrás, posando una mano en su hombro

-¿A donde diablos cree que va?- el pobre soltó un chillido acompañado de un brinquito por el susto, estaba muerto, eso era lo que pensaba- ¿Y bien doctor, acaso le comieron la lengua?

-Y-yo...solo quería ir por algo de comida jefesito, se lo juro por el amor a la ciencia- dijo el pobre chico con la voz algo quebrada encogiéndose un poco, sintiendo aún el firme agarre que le sostenía por el hombro