Capitulo 26

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Black hat caminaba a paso lento sin rumbo aparente sobre la acera donde detrás se posicionaban múltiples negocios de la mejor calidad, aquella zona después de todo se encontraba posicionada como una donde la fluencia del dinero formaba parte de sus principales características, ademas de que esta era solo transcurrida por villanos y la poca gente de múltiples riquezas que se atrevía a transitar por tales rumbos, quizás por las cosas tan extravagantes que se encontraban ahí o tal vez en busca de algo un poco mas ilícito.

Sin embargo la verdad que escondía al pasar por lugares que no eran de su agrado era nada menos que por una digna fachada ya que de alguna manera con sus sentidos hiper-desarrollados era mas que consciente que alguien se había encargado de no quitarle el ojo de encima desde esa mañana apenas salió de sus aposentos, había pensado en deshacerse de la carga desde el segundo uno, pero hacerlo dentro de un lugar como lo era la cede donde tenia otros problemas igual de molestos no le parecía una brillante decisión.

Estos problemas partían justo desde la noche anterior donde por mera precaución y gracias a que tuvo la extraña idea de regar su sombra hasta en la ultima esquina del salón con la que realmente no buscaba más que controlar los movimientos alrededor del cientifico noto algo que le pareció de lo mas cobarde que sin mas no termino de comprobarlo en su totalidad, todo debido a que en el momento donde pensaba aumentar la sensibilidad de sus poderes la maldita bruja le había casi obligado a limpiar un camino para ella justificando la molestia que le ocasionaría tocar un extensión del demonio y con ello termino por perder la concentración hasta el momento donde casi todos se habían esfumado del salón. Pero si sus conclusiones no le estaban fallando todo indicaba que poco menos de la mitad de los villanos en ese evento estaban siendo controlados por una mente colmena forzada, y solo fue mas notorio cuando al tener identificado cada ser bajo el efecto del control las acciones que estos efectuaban eran mínimamente individualistas, al escuchar sus conversaciones eran tan mundanas que parecían simples robots programados a repetir un estilo de guion pre-escrito y ni que decir de sus movimientos, caía en lo ridículo por lo perfectamente coordinados que eran con sus contrapartes. Bastante evidente era que había por lo menos un par de infiltrados dentro del lugar, ya decía él mismo que era muy increíble que difundieran información del grupo al que estaba seguro que pertenecían aquellos seres inmundos sin que lo notasen y por ello no hicieran algo para impedirlo, pero peor aun que él fuese el único ser con capacidad de darse cuenta de esos trucos baratos, aunque por otro lado no es como si se pudiera dar el lujo en comunicárselo a cualquier otro villano, hasta que no salieran la caras de los culpables todos los sobrantes seguían siendo posibles involucrados a excepción de sus empleados.

Bufó por lo bajo al sentir aquella mirada insistente clavada en su erguida espalda que ya empezaba a ser mas que molesta, una de la que estaba seguro podría sacar algo de provecho a penas le pusiera las manos encima.

Al ver un callejón en la proximidad después de haberse alejado lo suficiente se introdujo dentro de este con bastante tranquilidad en apariencia, lo ultimo que necesitaba es que aquel individuo notase que estaba consciente de su existencia y saliera huyendo a quema pie. Camino la mitad del largo pasillo que conectaba con otra calle al finalizar y cuando todo apuntaba que iba a salir del oscuro lugar saco uno de sus bastones que formaba a partir de su sombra con el suficiente largo como para llegar a donde estaba pegado el fisgón pues su audición le indicaba que podía andar por las paredes muy fácilmente a demás de poseer la habilidad de ser invisible a la vista, ya que todo ese tiempo al menos no había visualizado ni una figura materializada con sus ojos.

Estiro el objeto hacia una pared golpeando con un movimiento preciso que casi de inmediato le dio la afirmativa a que había dado en el blanco cuando escucho gratamente un golpe en el suelo que pocos segundos después le dejo ver un humano con capucha amarilla y traje violeta que se lamentaba por el dolor de la caída. Este no aparentaba mas de unos veinti tantos años pero era casi obvio para quien trabajaba, lastima que su trabajo resultase tan mediocre y ahora le saliera la tirada por la culata.

Un Heredero Para El Demonio (paperhat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora