A si señor nos conocimos por casualidad en el aeropuerto
haa que bueno jude en 3 sales a dar tus palabras
ok si señor
- mi padre se fue a charlar con otras personas y yo me quede con jude
estas muy nervioso- pregunto
un poco pero normal
-hablamos un poco mas, intercambiamos números de teléfono hasta que le toco ir a dar las palabras dio su discurso, le tome una foto y la monte a mis historias de Instagram a lo que muchos me reaccionaron
-luego de que jude dio su discurso yo me acerque a el y hablamos un rato hasta que se a cerco vini
hola chicos -nos saluda vini dándonos un apretón de manos
hola vini- contestamos a el mismo tiempo a lo que yo le sonrió
uy veo química a qui- dice vini y yo nomas me rio
chicos le propongo un plan que tal si nos vamos para una disco a celebrar la llegada de jude -dice vini
si me parece buena idea vas emi- pregunta bellingam
esta bien vamos
de que hablan -pregunta camavinga ya que apenas se unió a nuestro grupo
de que alas 9 de la noche vamos a una discoteca te apuntas -le dice vini a camavinga
uy claro y tu vas emily
si ya que insistes
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Llegó la noche y nos encontramos todos en la entrada de la discoteca. La música resonaba fuerte y las luces parpadeaban en diferentes colores, creando un ambiente animado. Vini, Bellingam, Camavinga, yo estábamos listos para disfrutar de la velada.
Entramos juntos y nos dirigimos hacia la pista de baile. La energía en el lugar era contagiosa, y pronto nos vimos moviéndonos al ritmo de la música. Vini, con su característico entusiasmo, lideraba el grupo con sus pasos de baile, seguido de cerca por Bellingam, que no se quedaba atrás. Camavinga,
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A medida que pasaba el tiempo, en la discoteca se volvía aún más vibrante. La música resonaba en cada rincón, y la energía del lugar era contagiosa. Fue entonces cuando nos dimos cuenta de que Vini, Bellingam y Camavinga empezaban a ser reconocidos por algunas personas en el lugar.
De repente, un grupo de admiradores se acercó pidiendo fotos y autógrafos. Vini, siempre animado, no dudó en tomarse fotos con ellos, mientras Bellingam y Camavinga también sonreían y se mostraban amigables con sus seguidores. La noticia de su presencia se extendió rápidamente, y pronto nos dimos cuenta de que estábamos siendo el centro de atención en la zona normal de la discoteca.
Fue entonces cuando alguien del personal del lugar se acercó y nos invitó a subir a la zona VIP para disfrutar de un espacio más privado y cómodo. Aceptamos la invitación y nos dirigimos hacia la zona exclusiva. El personal de seguridad nos abrió paso, y nos encontramos en un área más tranquila, con cómodos sofás y una vista privilegiada de la pista de baile.
Desde la zona VIP, podíamos disfrutar de la música y la animación del lugar sin la multitud abrumadora. Nos sentamos y seguimos charlando, riendo y disfrutando de la compañía. La noche se volvía cada vez más inolvidable, y nos sentíamos agradecidos por la oportunidad de compartir estos momentos juntos.
La atención de las personas en la zona VIP era diferente. Algunos nos reconocían y nos saludaban, pero el ambiente era más relajado y nos permitía disfrutar de la celebración de manera más íntima. Jude, en especial, parecía emocionado por toda la experiencia, y la sonrisa en su rostro reflejaba la felicidad del momento.
La noche continuó con bailes, risas y más interacciones amigables. Nos dimos cuenta de que, aunque la fama momentánea había cambiado un poco la dinámica de la noche, la esencia de nuestra celebración seguía siendo la misma: la alegría de la amistad y la bienvenida a Jude en nuestro grupo.
