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maratón de 10 capítulos 

Me levanté gracias al llamado de mi madre para desayunar. Descendí las escaleras y tomé el desayuno mientras mi padre y mi hermano se dirigían a sus trabajos. Quedé sola en casa con mamá.

"Hoy voy a ir con los chicos a buscar un apartamento para no incomodar", mencioné, llevándome un trozo de fruta a la boca.

"Hija, tú sabes que jamás vas a incomodar aquí en casa", respondió mi madre con ternura. "Pero si quieres buscar tu apartamento, está bien. Cualquier cosa o dinero que necesites, me avisas, ¿vale?"

"Mamá, gracias", le dije con gratitud mientras me daba un beso en la frente y salía de casa, dejándome sola con mis pensamientos y la determinación de encontrar un lugar propio donde comenzar mi nueva vida.

Me levanté de mi silla al escuchar el timbre, y al abrir la puerta me encontré con los chicos esperándome en un lujoso auto. Sonreí al verlos y bajaron la ventanilla para saludarme.

"¡Hola, chicos!", les saludé emocionada.

"¡Sube, Emily!", me animaron mientras me hacían señas desde el auto.

Corrí a mi habitación para agarrar mi bolso y luego bajé de nuevo. Cerré la puerta de la casa con un golpe suave y me subí al auto, siendo recibida con abrazos y sonrisas de mis amigos.

"¡Qué bueno verte, Emily!", exclamó Vini.

"¡Estamos emocionados por ayudarte a encontrar tu propio lugar!", añadió Camavinga con entusiasmo.

Nos dirigimos hacia la aventura de buscar mi propio apartamento, y mientras el auto avanzaba, la emoción y la anticipación crecían en el aire. Estaba agradecida por tener amigos tan increíbles que estaban dispuestos a ayudarme en este nuevo capítulo de mi vida.

"¡Ok, mis amores, vamos en busca de mi nuevo hogar!", dije emocionada mientras comenzábamos nuestra búsqueda.

Pasamos horas buscando casas, y en algunas ocasiones, la gente los reconocía y me  preguntaban sobre Julián y por qué andaba con los chicos del Real Madrid. Explicamos cortésmente que éramos amigos y que estábamos buscando un nuevo lugar para mí.

Finalmente, encontramos la casa ideal. Estaba un poco cerca de donde vivía Jude, lo cual me hizo sentir aún más emocionada. Miramos a través de las ventanas y caminamos por el vecindario, imaginando cómo sería vivir allí.

"¡Creo que esta es la indicada!", exclamé, sintiendo un cosquilleo de emoción en el estómago.

Mis amigos asintieron con entusiasmo, compartiendo mi entusiasmo por haber encontrado el lugar perfecto. Sabía que este nuevo hogar sería el comienzo de una nueva y emocionante etapa en mi vida.

Después de aceptar la casa, nos dimos cuenta de que estaba un poco vacía y nos faltaban muebles para sentarnos. Jude y yo decidimos ir a comprar vino y pizza para pasar la tarde en mi nuevo hogar, dejando a los otros chicos solos en casa.

Cuando llegamos al lugar donde íbamos a comprar, estábamos teniendo una conversación animada cuando de repente, un grupo de paparazzis apareció, tomando fotos y preguntándonos si éramos pareja. Instintivamente, Jude tomó mi mano y salimos corriendo para escondernos de los paparazzis en una pizzería cercana.

Adentro, nos dimos cuenta de que también había mucha gente, pero Jude aceptó tomarse fotos con algunos de ellos mientras comprábamos la pizza. Sin embargo, cuando salimos, nos encontramos con una multitud esperando afuera. Intentamos abrirnos paso entre la multitud, pero finalmente, Jude fue detenido por algunos fanáticos que querían que firmara camisetas y otras cosas.

Después de un pequeño caos, logramos llegar al auto y nos dirigimos a buscar el vino. Mientras viajábamos, Jude comentó sobre la cantidad de personas que nos perseguían y lo famoso que era.

"Dios mío, hay mucha gente detrás de ti. Eres demasiado famoso", comentó mientras conducíamos.

"Lo bueno es que al menos compramos la pizza. Vamos a ver si podemos comprar el vino", respondí, tratando de mantener un poco de humor ante la situación. A pesar del revuelo, estaba agradecida por tener a Jude a mi lado para ayudarme a enfrentar los desafíos de mi nueva vida como propietaria de una casa y como amiga de alguien tan conocido.

 A pesar del revuelo, estaba agradecida por tener a Jude a mi lado para ayudarme a enfrentar los desafíos de mi nueva vida como propietaria de una casa y como amiga de alguien tan conocido

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Así es la casa que compré

solo tu y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora