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maratón 

10/10


Después de un momento de intimidad, me separé de Jude y fui a tomar mi baño. Mientras el agua caía sobre mí, no podía dejar de pensar en el beso y en lo cerca que estuvimos de perder el control. Decidí centrarme en el momento presente y en la salida con los chicos.

Después de terminar de bañarme, me sequé rápidamente y me vestí. Opté por un vestido negro ajustado al cuerpo con unos tacones altos para la ocasión. Hoy decidí dejar mi cabello con sus rizos naturales, solo definidos ligeramente para darle un toque más desenfadado. Mientras me terminaba de arreglar, Jude ya estaba listo y estaba hablando con su mamá.

Después de que ambos estuviéramos listos, nos montamos en el auto con Jude al volante y yo de copiloto. Fuimos a recoger a Fede y Camavinga, y luego nos encontramos con Vini y Rodri en la discoteca. Pasaron unos 20 minutos y ya estábamos en la disco.

La discoteca era exclusiva para celebridades, así que nos sentíamos como en nuestro propio ambiente. Las luces brillantes y la música vibrante creaban una atmósfera emocionante. Sonaron algunas canciones increíbles y no pude resistirme a sacar a bailar a Jude.

Nos movimos al ritmo de la música, riendo y disfrutando del momento juntos. Luego, decidimos tomar algunas fotos para capturar la diversión de la noche. Subí las fotos a Instagram intentando que no reconocieran a jude . La energía en la pista de baile era contagiosa, y nos dejamos llevar por el ambiente festivo.

Después de algunas horas de bailar y divertirnos, decidimos tomar un descanso y sentarnos en una zona más tranquila. Allí, entre risas y conversaciones animadas, compartimos anécdotas y recuerdos de nuestros momentos juntos. Era un momento de conexión y camaradería que siempre recordaríamos.

Finalmente, cuando la noche llegaba a su fin, nos despedimos con abrazos y sonrisas. Nos montamos en el auto y regresamos a casa, recordando los momentos inolvidables que habíamos compartido juntos en la disco. Sin duda, fue una noche para recordar.


luego de la fiesta dejamos a fede en casa y a camavinga ya estábamos en casa yo estaba un poco ebria estábamos en casa de jude y yo lo comencé a besarlo me quite los tacones y mientras nos estábamos besando jude me cogió de la cintura y me cargo mientras no besábamos de un momento a otro llegamos a su cuarto el me tiro con fuerzas a la cama mantras el se quitaba la camisa y yo el vestido



El sonido insistente del teléfono interrumpió mi sueño. Con un suspiro, estiré el brazo hacia la mesita de noche y contesté.

"¿Hola?"

"¡Hija, estoy afuera de tu casa, ábreme!", dijo la voz familiar de mamá.

Mis ojos se abrieron de par en par. "¡Ay, mamá, no estoy en casa!", respondí con cierta urgencia.

"¿Ah, y dónde estás tan temprano?", preguntó, claramente sorprendida.

"Me quedé a dormir en lo de Jude", confesé, esperando que no se enojara.

"Ah, entiendo", fue su respuesta pausada. "Nos vemos en el almuerzo, hija."

"Vale, madre", respondí antes de colgar.

Una vez que el teléfono estuvo de vuelta en la mesita, me volteé en la cama y vi a Jude dormido a mi lado. Una sonrisa se formó en mis labios al ver lo apacible que lucía mientras dormía sin camisa. Fue entonces cuando me di cuenta de que yo también estaba en su cama, rodeada por la calidez de las sábanas.

Antes de que pudiera pensar mucho en eso, escuché un golpeteo en la puerta. La voz de la mamá de Jude resonó desde el otro lado.

"Jude está dormido, hijo", anunció.

Me apresuré a tocar a Jude, tratando de despertarlo para que pudiera atender a su madre, pero parecía estar profundamente dormido, ajeno al mundo exterior. Suspiré y esperé a que la mamá de Jude se fuera.

"Gracias", murmuré cuando finalmente escuché que se alejaba.

Jude se movió ligeramente, despertándose lentamente. Parpadeó somnoliento y me miró con ojos adormilados.

"¿Qué pasa?", preguntó con voz ronca.

"Era tu mamá, vino a verte", le informé, sintiendo una punzada de culpabilidad por no haber podido despertarlo a tiempo.

"Oh, ¿en serio?", Jude bostezó y se estiró. "¿Qué hora es?"

"Alrededor de las 9 de la mañana", respondí, mirando el reloj en la mesita de noche.

solo tu y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora