Mientras esperaba a Julián en el aeropuerto, sentí una mezcla de emoción y nerviosismo. Habíamos estado separados por un tiempo y estaba ansioso por volver a verlo, especialmente para discutir la emocionante pero abrumadora oportunidad que se me presentaba.
Pasaron algunos minutos y finalmente lo vi aparecer en la distancia. Su figura era reconfortante, y mi corazón dio un vuelco de alegría al verlo. Me apresuré hacia él, deseando abrazarlo y contarle todo sobre la oferta de la agencia de modelaje.
Pero antes de que pudiera llegar a su lado, el aeropuerto pareció llenarse de personas de la nada. Fans, curiosos y admiradores se agolpaban a su alrededor, pidiendo autógrafos, fotos y demostraciones de cariño. La atmósfera cambió instantáneamente, y me vi obligada a detenerme y observar desde lejos.
Julián, siempre amable y atento, se tomó el tiempo para interactuar con cada persona que se acercaba, sonriendo y posando para fotos con paciencia infinita. Era evidente el cariño y la admiración que le tenían, y me sentí orgulloso de estar a su lado.
Mientras lo observaba interactuar con sus admiradores, me di cuenta de lo increíblemente afortunada que era de tenerlo en mi vida. A pesar de la atención abrumadora, él seguía siendo humilde y genuino, siempre dispuesto a compartir un momento de su tiempo con los demás.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, Julián logró abrirse paso entre la multitud y llegó a mi lado. Me miró con una sonrisa cansada pero radiante, y supe que valía la pena esperar por él.
Lo siento por la demora, amor", dijo, apretándome la mano con ternura. "¡Hola! ¿Cómo has estado?", agregó, tratando de cambiar el foco de la conversación hacia mí, como siempre lo hacía.
Sonreí, sintiendo el calor reconfortante de su amor a mi alrededor. "He estado bien", respondí, con una chispa de emoción en mi voz. "Pero tengo algo importante que contarte".
Miré a Julián, sintiendo la urgencia de compartir la noticia que había estado pesando en mi mente desde que recibí la llamada de la agencia de modelaje.
"Recibí una oferta de una agencia de modelaje aquí en España", comencé, tratando de mantener la calma a pesar de la emoción palpable en mi voz. "Quieren que modele algunas prendas de marca y participe en sesiones de fotos".
La expresión de Julián se iluminó con una mezcla de sorpresa y alegría. "¡Eso suena increíble, amor!", exclamó, su rostro lleno de orgullo y emoción. "¡Estoy tan feliz por ti!"
Asentí, agradecida por su apoyo incondicional. "Pero hay algo más", continué, tomando una profunda respiración antes de continuar. "Tendría que mudarme aquí a España para aprovechar esta oportunidad".
Hubo un momento de silencio mientras Julián asimilaba la información. Pude ver una mezcla de emociones cruzar por su rostro: sorpresa, preocupación y quizás un poco de miedo ante la idea de separarse.
Finalmente, me miró con determinación en sus ojos. "Entiendo", dijo con voz firme. "Sabes que siempre te apoyaré en lo que decidas hacer, amor. Si esta es una oportunidad que realmente quieres perseguir, estaré a tu lado".
Un alivio inundó mi corazón al escuchar esas palabras. Sabía que tomar una decisión tan importante no sería fácil, pero tener el apoyo de Julián significaba el mundo para mí.
Nos abrazamos con fuerza, compartiendo el peso de la decisión y la emoción del futuro incierto. Aunque había desafíos por delante, sabía que juntos podríamos enfrentar cualquier obstáculo que se interpusiera en nuestro camino.
Con Julián a mi lado, me sentí lista para enfrentar lo que sea que el futuro tuviera reservado para nosotros. Juntos, éramos invencibles.
