maraton
9/10
Después del partido, nos reunimos en un área designada para familiares y amigos de los jugadores. Jude apareció con una sonrisa radiante en el rostro, rodeado por sus compañeros de equipo que lo felicitaban efusivamente por su destacada actuación.Cuando finalmente llegó a mi lado, lo abracé con fuerza, sintiendo la emoción y el orgullo palpitar en mi pecho. "¡Lo hiciste increíble, Jude!", exclamé emocionada, mientras le daba un beso en la mejilla.
Jude respondió con una sonrisa brillante, agradeciendo mis palabras y expresando su alegría por la victoria del equipo. "Gracias, Emily. Sabía que estabas aquí apoyándome, y eso me dio el impulso extra que necesitaba", dijo con sinceridad, sus ojos brillando con gratitud
Después del beso de Jude, nuestros amigos comenzaron a hacer coro, celebrando el momento con entusiasmo. Vini, siempre con su característico sentido del humor, se acercó con curiosidad, preguntando qué había sucedido mientras él no estaba presente. Jude, con una sonrisa pícara, respondió con un gesto de complicidad, diciendo que no se había perdido nada interesante.
Aproveché el momento para felicitar a vini por su destacada actuación en el partido, pero cuando intentó abrazarme en agradecimiento, noté que estaba sudado y decidí rechazar el abrazo en broma. vini, con su buen humor habitual, bromeó sobre su estado sudoroso y me retó a aceptar el abrazo de todas formas, lo cual hice entre risas.
La atmósfera se llenó de risas y bromas cuando Camavinga y Valverde se unieron al grupo, preguntando sobre nuestra cercanía. Nos quedamos callados por un momento, intercambiando miradas cómplices, antes de que Vini propusiera la idea de salir a celebrar a un bar nuevo que habían abierto. Todos estuvimos de acuerdo de inmediato, emocionados por la idea de continuar la celebración juntos.
Después de salir del estadio, nos dirigimos hacia mi casa en mi nuevo auto. Mientras caminábamos entre la multitud, le comenté a Jude mi deseo de evitar preguntas incómodas sobre él o Julian. Jude asintió comprensivamente y aceptó mi solicitud, asegurándome que mantendría un perfil bajo.
Al llegar al auto, me mantuve un poco escondida para evitar a los paparazzi y los aficionados curiosos. Esperé a Jude dentro del auto, observando cómo algunos aficionados se acercaban a él para pedir autógrafos. Aunque los de seguridad lo detuvieron por un momento, logró escapar y se unió a mí en el auto.
Mientras conducíamos, noté que algunos paparazzi nos seguían, y sus preguntas sobre quién era la propietaria del auto empezaban a surgir. Jude y yo intercambiamos miradas nerviosas, conscientes de la atención no deseada que estábamos atrayendo.
Tratando de desviar la atención, comencé a hablar con Jude sobre cualquier cosa que se me ocurriera, desde planes para el futuro hasta anécdotas divertidas. Tratábamos de mantenernos calmados y relajados, pero la presión de estar bajo el escrutinio público pesaba sobre nosotros.
Finalmente, logramos llegar a mi casa sin mayores contratiempos, y suspiramos aliviados al cerrar la puerta detrás de nosotros. Nos sentamos en el auto por un momento, compartiendo un breve momento de calma antes de entrar en la casa.