Jujutsu Kaisen:Abe no Seimei.

Yuki. Cap 39.

El fin de año llegó para nosotras, para este día compramos bebida,comida y muchos dulces.

Pero lo más impactante ha sido lo que Alaida compró.

Ví el par de tubos que alcanzaban hasta el techo en la sala.

Seimei:¿Puedo saber que vas hacer con esto?.--Pregunté.--

Alaida:Te enseñaré a moverte.--Levantó su pulgar.--

No pude decir nada ante eso ya que recordé de dónde había salido esa idea, por lo que era mi culpa.

Rápidamente intenté escapar pero ella me bloquea el paso.

Alaida:No te escaparás...--Sus ojos se oscurecieron para asustarme.--

Obvio que no quería incluso puse la excusa de que Aoi era un niño y no necesitaba ver estas cosas en la casa pero el pinche príncipe dragón salió de la casa con el pretexto de comprarse una bicicleta.

¡Básicamente es mi dinero!.

Pero ya era demasiado tarde, Alaida había cerrado todas las cortinas y puso música. Retrocedí para escapar pero ella vino detrás de mí, corrí hacia mí cuarto para poner seguro pero ella fácilmente lo rompió ya que usó su energía maldita.

¿Desde cuándo sabe usar eso?.

Así que mi último recurso era luchar lanzando hacia ella todo lo que tuviera en mi cama para después lanzarme arriba de ella.

Al final la ganadora al tenerla sometida con una llave, pero sentí que la barrera actuaba de forma extraña hasta que se rompe.

Al instante sentí la energía maldita de alguien, un hechicero muy fuerte, un Clase Especial.

Seimei:¡Estamos bajo ataque!.--Exclamé y todos reaccionaron.--

Suzaku y Byakko salieron de mi sombra y fueron hacia la puerta mientras que Sora apareció cerca de nosotras.

Alaida:¡Un ataque!.--Saltó y se puso nerviosa pero rápidamente buscó su arma.--

Agarré mi almacén infinito y saqué mi katana Kitsunemaru para después concentrarme en la energía maldita.

Se acercaba cada vez más hasta que... Suavemente toca la puerta.

Alaida:Vaya, que educados.--Halagó.--

Y después tocaron de nuevo para que una voz saliera detrás de la puerta.

Mujer:Buenas~. ¿Abe no Seimei está adentro?. ¿Puedo entrar?.--Saludó.--

¿Una mujer?.

Alaida:Lo reitero, son educados.--Estaba cada vez más asombrada.--

Seimei:Habla Abe no Seimei, ¿Quién habla?.--Pregunté con prepotencia.--

Pasaron por unos segundos hasta que contesto.

Mujer:Yo soy Tsukumo Yuki, una hechicera de Clase Especial como tú. ¿Podrías abrir la puerta por favor?. Me estoy congelando.--Se presentó.--

¿Clase Especial?. Entonces el consejo la envió hacia acá.

Sostuve el mango de mi katana para enfundar su hoja, estaba lista para combatir y escapar. Pero parecía que la mujer detrás de la puerta sabía que yo estaba pensando eso.

Yuki:No les recomiendo huir, me quedé sin gasolina y no tengo dinero. Además... El consejo me ha ordenado vigilar tus movimientos pero también vine con un poco de ayuda.--Añadió.--

¿Ayuda?. ¿Qué clase de ayuda?.

Alaida:¿Qué haremos?.--Preguntó.--

Al escuchar esa pregunta miré a todos en la sala y tragué saliva para asentir con la cabeza dando a entender que todo estaba bien.