Capítulo 1: Narrador

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A mediados del siglo XIX, Clausius y Lord Kelvin establecieron de forma clara la Ley de conservación de la energía que enuncia: "La energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma". Muchos científicos han pensado a lo largo del tiempo, si no se puede destruir la energía, ¿dónde queda la energía natural de las personas cuando mueren? Todas las personas utilizamos energía para realizar varias actividades durante el día a día. Al comer, nuestro cuerpo utiliza la energía química y la transforma en energía calórica, cinética, entre otros, dependiendo de lo que se necesite. Cuando uno muere, esa energía interna debe volver a la naturaleza, pero, ¿dónde está?

Esa energía es lo que algunas personas llaman "magia".

Existen varios grupos de personas que reciben esta energía y la transforman en magia. Se hacen llamar "hechiceros" y viven en varias localidades alrededor del mundo. Algunas de ellas son Triora, Italia; Belchite, España; Bhangarh, India y Beaufort, Estados Unidos. Es en este último lugar donde todo comienza...

En Beaufort, Estados Unidos, en el año 2006, una joven hechicera está esperando a su primer hijo junto a su esposo, uno de los hechiceros más poderosos del aquelarre. La chica de veinticinco años se llamaba Celine West. Una hermosa chica de cabello marrón y unos grandes ojos pardos. Ella y su esposo conectaron apenas se conocieron cuando tenían 10 años al tener el mismo poder principal: control de la electricidad.

El día 20 de agosto, la joven hechicera entra en trabajo de parto. A pesar de todo lo que las mujeres de su colonia le dijeron, fue un parto bastante sencillo. Dolió mucho menos de lo que pensó que iba a doler. Un bebé varón nace completamente sano, con el peso y tamaño correcto al que decidieron llamar Lucian.

-Creo que tiene tu cabello- le dice el esposo a Celine mientras mira embobado al pequeño bebé que tiene en sus brazos.

-Y tus ojos- responde Celine, con una sonrisa tan grande que demuestra lo feliz que se sentía por el nacimiento de su primer hijo.

En eso, escuchan que alguien toca la puerta y entra suavemente. Una chica de dieciocho años, cabellera rubia y ojos azules entra en la habitación de Celine y Lucian con una sonrisa en la cara la que desaparece de inmediato al ver al esposo de su hermana y la cara de desagrado con la que la recibe.

-Serenity- dice Celine, más feliz que nunca- Ven a conocer a tu sobrino.

Lucian, quien está ahora en los brazos de su padre, comienza a llorar al sentir la tensión de la situación. Serenity se detiene al escuchar a su sobrino llorar y finge una sonrisa en dirección a su hermana mayor.

-Creo que Lucian tiene un poco de hambre- se aleja hacia la puerta con tristeza- Volveré en unos minutos, ¿sí?

-¿Antes de su bautizo?- pregunta Celine.

-Por supuesto.

Serenity se va de la habitación y queda la pequeña familia a solas, donde Celine le da una mala mirada a su esposo y le pide que le entregue a su pequeño bebé quien sigue llorando.

-Tienes que dejar de ser así con ella- reprende Celine a su esposo mientras le da de comer a su bebé- Lo quieras o no, es mi hermana.

-Ella no es tu hermana, Celine- responde su esposo con ira en el tono de voz- Tus padres la encontraron en el bosque cuando era una bebé y la adoptaron. Es una humana, no tiene poderes.

-Eso no quiere decir que sea menos mi hermanita...

-Es la vergüenza de la colonia- la corta de lleno- y no la quiero cerca de Lucian.

Celine guarda silencio porque sabe que esa es una batalla perdida contra su esposo, pero también sabe que Serenity será tan parte de la vida de su hijo como los hermanos mayores de su esposo.

La magia perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora