Capítulo 25: Elysia

16 5 1
                                    

En la tarde, siento unas ganas enormes de ir al bosque y solo usar magia. Es difícil de entender, pero siento como si mis manos me pidieran que liberara toda la magia que tengo en mi interior.

En nuestro día a día no hay muchas oportunidades de usar magia. A veces lo hacemos en la casa, aunque intentamos que sea lo menos posible para no arriesgarnos a que alguien nos vea, tomemos las precauciones que tomemos. Como hoy usé magia para hacer que Lucian cayera al suelo mis manos me piden más. Que utilice el don con el que nacimos los hechiceros.

Estamos caminando de vuelta a casa de la escuela mis dos hermanos, Lucian y yo. Los hombres conversan sobre un partido de no sé qué deporte así que miro a mi hermana pequeña, la tomo del brazo y le sonrío:

-¿Qué quieres?- me pregunta antes de que pueda decir cualquier cosa.

-¿Por qué crees que quiero algo?

-Tú no sonríes- me contesta ella como si fuera obvio- Nunca.

-Antes caías en ese truco.

-Ya tengo trece años, Ely- rueda los ojos con una sonrisa en la cara- No soy una niña pequeña.

Y no. No lo es. Es difícil ver crecer tan rápido a tu hermana pequeña, sobre todo si la criaste como Dan y yo lo hicimos con ella

-Y, ¿qué favor querías? - pregunta ella luego de que me haya quedado en silencio pensando en lo rápido que ha pasado el tiempo.

-Ah, verdad- reacciono- ¿Me acompañas al bosque? Te puedo enseñar hechizos nuevos...

-Pero, no es día de entrenamiento- pregunta con confusión.

Le hago un puchero con mis labios y ella ríe. Asiente con la cabeza y yo le agradezco con un pequeño abrazo.

Le toco el hombro a Dante, interrumpiendo la conversación que estaba teniendo con Lucian. Me mira a través de sus lentes con expresión de curiosidad.

-Fran y yo iremos un rato al bosque mientras ustedes preparan la cena, ¿sí?

-Claro, ¿una hora?

-Espera un momento- interrumpe Lucian, haciendo que lo mire con mala cara inmediatamente- ¿Por qué nosotros tenemos que hacer la cena?

-Porque Ely y yo estamos luchando contra los estándares del machismo en las tareas hogareñas- contesta Fran haciendo que los dos chicos la miren con confusión.

-Y porque somos las mejores y ustedes son nuestros esclavos- respondo yo haciendo que Dan me mire mal, pero Lucian ría un poco- Además, que si no lo hacen los convertiré en sapos a ambos, ¿entendido?

Dante y Lucian se miran, el primero con cara de póker y el segundo con una sonrisa enorme en la cara. Al final, es Lucian en el que contesta:

-¿Alguna otra orden, capitana?- dice con sarcasmo

-Quédate atento a tu celular. Si necesitamos algo más, te avisamos- le respondo siguiéndole el juego.

Lucian y yo nos quedamos viendo unos segundos a los ojos con diversión antes de que Fran me tomara del brazo y me hiciera cambiar la dirección en la que caminamos, tomando el sendero que utilizamos para ir al bosque.

En el camino, Fran y yo conversamos sobre cosas normales de hermanas. Ella me cuenta un poco de sus clases- le está costando un poco biología- y yo le recomiendo que le pida ayuda a Lucian. Me guste aceptarlo o no, el muy maldito es un genio. Por mi parte, le cuento sobre Jeremy y lo molesto que es. Ella me dice que debería controlar su mente para que me deje en paz, pero no quiero llegar a esos extremos aún.

Cuando llegamos al bosque y nos adentramos en él, nos ponemos a jugar a ¿quién hace levitar el objeto más grande? Es un juego de hechiceros. La idea es que empecemos a levitar objetos pequeños para después ver quién puede lograrlo con el más grande que encuentren. Fran me gana haciendo levitar una roca del mismo porte que Dante.

Francesca se pone a sanar algunos árboles que parecen estar más secos que los otros. Yo me siento en el suelo y practico hacer aparecer cosas pequeñas. El truco está en imaginarse lo que quieres hacer aparecer y, por supuesto, decir la palabra mágica:

-Videtur

Hago aparecer una araña que vi en mi habitación anoche y la dejo libre en el bosque. Aquí debe haber más insectos pequeños para que se alimente.

-Estás más feliz últimamente- dice mi hermana de repente, interrumpiendo el silencio en el que nos habíamos sumido antes.

-¿A qué te refieres?- pregunto luego de unos segundos.

-Aquí sonríes más- contesta sin dejar de ver un árbol, un abeto creo- No sé que será, pero me gusta.

-Pensé que te caía bien la hermana oscura y maléfica- bromeo.

Francesca ríe y se acerca a mí con una planta nueva. No tengo idea de qué es. Muchas veces me ha intentado enseñar sobre botánica, pero definitivamente no estoy hecha para esto.

Me entrega la planta y la veo detenidamente. Huele bien y es verde. Es todo lo que puedo detallar sobre ella.

-Es una menta- me dice Fran cuando ve mi cara de confusión- Podrías llevarla para hacerle un té a Luca con ella.

-¿Por qué haría eso?- mi cara de confusión no hace más que ir en aumento- ¿Qué estás insinuando, Francesca Baggio?

-¡Nada!- exclama ella con inocencia, pero se nota que algo esconde- Solo creo que se han vuelto buenos amigos.

Clavo mi mirada en la planta. Por alguna razón, me molesta que Fran toque el tema de Lucian. Creo que lo que quería era escapar de él y toda la confusión que me genera.

-Una buena amiga le haría un té de hierbas para el insomnio que tiene- completa Fran al ver que no recibe una reacción por mi parte.

-¿Insomnio?

Mi hermana me mira con sorpresa y confusión. Genial, ahora las dos estamos confundidas.

-¿No sabías?- pregunto y niego con la cabeza- Debes dormir muy profundo, Ely.

-Pero dime a qué te refieres, Franny.

-Lucian sufre de insomnio todas las noches- me cuenta tranquilamente- Se sube al techo para pasar la noche en vela. Sus pasos a veces me despiertan.

No le contesto. Ella toma mi silencio como el fin de la conversación, se levanta y prepara sus cosas para volver a casa. Hago lo mismo y comenzamos nuestro camino de vuelta.

Un camino en el que no puedo dejar de pensar en Lucian paseando alrededor de la casa todas las noches, sin poder dormir mientras que nosotros lo hacemos plácidamente en nuestras camas.

¿Por qué no puede dormir? Debe ser agotador estar despierto todas las noches y un poco estresante. Acostarte en tu cama, cerrar los ojos, contar ovejas y hacer todos esos trucos para dormir y no lograrlo debe ser desesperante. Sé que yo me desesperaría. El ser humano está hecho para dormir.

Tomo nota sobre la información que he obtenido de Lucian y lo archivo en mi mente con todas las otras preguntas que tengo sobre Lucian West.

La lista crece y crece... al igual que las incógnitas sobre él y, con ellas, mi confusión.

.............................................................................

Aprovecho de subir un capitulo corto qué muestra un poco la relación entre las hermanas Baggio ❣️

La magia perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora