Corea habia sido dividida por el bando de la familia Min y Kim, dos grandes mafias que controlaban cada movimiento de sus territorios. El líder Min en busca de encontrar la debilidad de los Kim, no esperaba llevarse la inesperada sorpresa de obsesio...
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« Hot Boy »
El letrero brillante del club privado cegaba los azulados ojos de Yoongi, en un intento de quitar la molesta luz se puso sus gafas oscuras. Un bufido cansino salió de los delgados labios por la demora de Hoseok.
—¿Dónde estás? Han pasado 5 minutos, Hoseok —su ceño se frunció.
"—Lo siento, líder Min. El dueño estaba reacio a dejarlo entrar porque no conocía su identidad. —explicó —En unos segundos saldré para buscarlo."
Escuchando la respuesta, Yoongi colgó. Su rostro reflejaba el mal humor que se cargaba, algo cotidiano en él, sin embargo, que le impidieran la entrada por un estúpido carnet lo empeoraba.
Al llegar al club, el guardia de seguridad bloqueó la entrada solicitando el molesto trozo de plástico. Dado que Yoongi no estaba afiliado, fue detenido frente a las imponentes puertas de vidrio, mientras que Hoseok, al haber estado investigado al chico si lo tenia.
Yoongi se mofo de lo estúpida que era la situación, si no fuera porque su angelito se presentaría en el club esa misma noche, ya estaría a kilómetros del lugar. Simplemente, le impacientaba esperar.
—Señor Min, su carnet —Hoseok tendió el objeto plastificado.
Cogiendo el carnet con una falsa identificación, Yoongi se encaminó hacia las puertas de cristal empujando el hombro del guardia. La suave música de club lo recibió, en la plataforma de presentación se hallaba un chico rubio bailando, varias personas se sentaban en el bar y otras en los sofás de color amarillo.
Visualizando una pequeña sala al frente de la plataforma, le hizo una seña a Hoseok para que lo siguiera.
El lugar era bastante cómodo, luces cálidas en tonos rojos amarillentos acompañaban la pista con ritmo lento que bailaba el rubio; la zona del bar era lujosa con múltiples de bebidas y vasos de vidrio exhibidos, el palido sonrió al reconocer la figura pelinegra que atendía.
—Y bien, ¿A qué hora se presenta Minnie? —Yoongi se acomodo en la parte central del sofá, quedando con su vista directa a la plataforma.
—El chico se presentará a las 10, líder Min —expresó Hoseok sentándose a un costado.
Un breve silencio se formó mientras que Yoongi esperaba ansioso la presentación de Minnie. La situación con el chico era novedosa para él, al tener poco contacto con sus parejas sexuales, el pelinaranja habia marcado ser una excepción; difícil de lograr cuando Yoongi las desechaba sin un poco de tacto.
No podía negar que estaba encaprichado con el chico de cabellos anaranjados, y aunque fuera extraño incluso para el carácter por el cual se caracterizaba, a Yoongi no le importaba en lo absoluto el buscar al chico.
