Sobre la carretera las lámparas en la acera extinguían cualquier rastro de luz artificial, intermitentes los bombillos corrían el riesgo de quemarse al no tener una energía estable. Un coche negro estaba parqueado a un lado de la acera rozando el gran bosque que se exponía a las afuera de Busan.
—Mierda, ángel. ¿Por qué eres tan rudo? —un quejido grave sonó en la parte interna del auto.
—Estoy siendo suave, aguante un poco más —entre sus manos Jimin reforzó el nudo de la tela que cubría el blanco abdomen —Pensé que había sufrido heridas peores —respondió recordando las palabras del mayor.
—Hey, no espere que la herida fuera profunda —Yoongi acarició los cabellos anaranjados —Gracias, ángel.
Momentos atrás, cuando el mayor comenzó a deformar su cara del dolor, Jimin había obligado al pálido que se estacionara para poder tratar su herida.
La pareja tuvo una pequeña discusión dónde ninguno quería dar su brazo a torcer, minutos pasaron con algunos regaños y quejas hasta que el menor prometió darle un beso como recompensa.
Tal como su perro Holly, Yoongi había estacionado el auto siguiendo las órdenes del menor. Sin rechistar dejó que su angelito tratara la profunda herida que decoraba su abdomen.
Por eso mismo, la tentación de volver a probar aquellos labios abultados aumentó en él cuando Jimin levantó su cuerpo inclinado sobre la silla. La piel del menor se reflejaba levemente acanelada por la luz amarilla del carro, pecas se regaban en la parte inicial de sus mejillas acumulándose en su nariz, bajando su vista se encontró con lo que más anhelaba en el momento.
—Creo que no deberíamos alejarnos más de Busan, tengo un amigo que...
Jimin dejó su frase sin terminar, sentía la mirada del mayor penetrando cada parte de su piel. Aquella mirada gatuna se enterraba detallando con suma parsimonia, lento y calmado como si estuviera admirando el tesoro más valioso de la faz de la tierra.
—¿Qué pasa?
La pregunta de Jimin sonó tonta a los oídos del mayor, sin pensarlo deslizó su mano desde la coronilla hasta internarse en los cabellos de la nuca. Enredó sus dedos con los sedosos mechones y apretó jalando el angelical rostro hacia adelante.
Quedaron a unos centímetros de distancia, Jimin miraba expectante al próximo movimiento que haría el mayor. Sin embargo, los gatunos ojos fijaron su iris azulado en los labios que eran relamidos con nerviosismo, la saliva los dejo brillosos con un tonalidad suavemente roja, totalmente apetecibles para Yoongi.
—Ángel, no sabes las ganas que tengo de encerrarte solamente para mí.
Como la danza de las hojas al caer, los delgados labios acariciaron quedamente los de Jimin. Sus respiraciones chocaron y el roce del encuentro fue un susurro persuasivo para el próximo movimiento.
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Dangerously Yours / YoonMin
RomanceCorea habia sido dividida por el bando de la familia Min y Kim, dos grandes mafias que controlaban cada movimiento de sus territorios. El líder Min en busca de encontrar la debilidad de los Kim, no esperaba llevarse la inesperada sorpresa de obsesio...