Corea habia sido dividida por el bando de la familia Min y Kim, dos grandes mafias que controlaban cada movimiento de sus territorios. El líder Min en busca de encontrar la debilidad de los Kim, no esperaba llevarse la inesperada sorpresa de obsesio...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Atención! Esta primera parte del capitulo tiene mención de contenido violento, si crees que es desagradable o eres sensible a dicho contenido puedes pasar directamente después del separador.
—¿Qué me dices Jiyeong?
En la oscuridad de la habitación un par de lámparas con luz tenue dejaba ver el cuerpo encadenado de Lee, una cortada atravesaba el pecho blanquecino mientras la sangre salía goteante hasta fundirse con el charco rojizo debajo los pies.
—Dijiste haber cortado la piel de Jimin ¿No? —Yoongi se sentó en el sofá de cuero —Al parecer te comieron la lengua los ratones —sonrió ladinamente —Disculpa, lo olvide.
Los gritos mudos tropezaban en los labios de Jiyeong, las cadenas eran jaladas mientras se zarandeaba débilmente de manera enojada. El rubio murmuraba cosas poco entendibles, con la lengua cortada las palabras salían de su garganta sin llegar a ser vocalizadas.
—Pásale la hoja, Hoseok. —Yoongi limpió sus manos con el paño, familiarizado con la escena bebió del trago de whisky que reposaba en la mesita a su lado.
Siguiendo la orden, el pelirrojo se acercó al hombre que estaba en sus últimos momentos. Hoseok había perdido la cuenta de las horas que llevaban encerrados en el cuarto de torturas, el dolor que se asentaba en su cabeza le avisaba que la hora de la cena pasó hace tiempo.
Cansino por los ajetreados días Hoseok suspiro, quería un descanso y Jiyeong seguía sin colaborar, el alma doliente también parecía estar abrumada, con el globo ocular derecho extirpado y sus dedos carentes de uñas, Hoseok reflexionó si Jiyeong era capaz de razonar por el dolor que sentía.
—Vamos, Jiyeong. Hace dos días alardeabas orgullosamente de tus actos, ahora... dime ¿Cómo conociste al menor de los Kim? —recostó su espalda en el cuero del sofá.
Yoongi movió el vaso de vidrio, el sonido de los hielos chocar en el vacío le avisó que el whisky se había terminado. Ignorando aquello, observó a Jiyeong escribir sobre el papel. Espero que el hombre fuera inteligente por una vez en la noche y contestara sus preguntas, al paso que iban primero terminaría muriendo desangrado.
Min pensó en un segundo plan, si el cuerpo no soportaba de pronto Hoseok sería más eficiente en encontrar la información sobre Jimin. Era coherente para él, ya estaba hastiado de la pequeña rata que seguía con vida murmurando cosas que poco entendía. Si nuevamente Jiyeong salió con su estupidez de mofarse escribiendo que era igual que él, no se detendría a finalizar de una vez por todas.
—Y bien, que escribiste esta vez —Yoongi tomó el papel.
Más cubierto de sangre que de tinta, Min pudo visualizar las letras distorsionadas por los dedos sangrantes de Jiyeong. Quizás había sido mala idea cortarle varios dedos, Yoongi pasó sus manos por su rostro.
"Lo viole" "Corte su piel y lo probé"
Las palabras que fueron escritas nítidamente sobre el papel saltaron a la vista de Yoongi, el cuarto fue llenado de la mudez de Jiyeong en un intento de burlarse de la cara deformada de Min.
