1 Mes después de...
Park Jimin nunca fue alguien débil o que necesitara a alguien para vivir pero desde ese día ya no fue el mismo. La persona que amaba y por la que se abrió, lo abandonó como si fuera un perro y el creyendo en su papel de can necesitaba alguien que lo alimentara no de comida si no de amor, extrañaba su risa; sus chistes que no eran graciosos, su voz la cual lo despertaba todas las mañanas como si de un ángel se tratase. Quería que el tiempo regresara y vivir en ese bucle en el que para él, Jeon Jungkook era todo y siempre se sentiría seguro.
Pero lamentablemente no era así, ahora lo único que tiene es una botella de brandy a su lado lo cual es lo único que lo tiene caliente en ese frío invierno. Se encontraba en el cuarto en el antes compartía con Jungkook, en el departamento que consideraba su hogar pero lamentablemente ahora solo eran cenizas y un montón de recuerdos que solo hacen crecer la herida que solo podría sanar con alcohol.
El día que Jungkook se fue creyó que era una broma, creía que sería un tipo de sorpresa algo que Jungkook haría, o eso creía, pasó un día, ni una llamada, dos días, nada, una semana y ya no era Jimin. Solo era un ser automático que se levantaba a comer si eso se le puede llamar a una lata de cerveza cada hora.
Lo único que le ayudó de consuelo fue Taehyung que siempre estuvo ahí para él... hasta que se volvió loco.
Jimin alejó a todo aquel que se preocupaba por él, no podía seguir y odiaba que lo miraban con lástima como si Jungkook hubiera muerto y le tuvieran que dar el pésame pero el lamentable sabía que no había muerto aunque muy en el fondo desearía que se sentiría mejor de saber que Jungkook este muerto a que de verdad lo abandonó...
Eran las 13:00 de la tarde y seguía acostado, lleno de ojeras y sin saber cuando fue el último día que tomó un baño, lo único que lo hizo levantarse fueron los golpes de la puerta. Se levantó lo más rápido que pudo intentando peinarse en el camino hacia la puerta esperando que fuera Jungkook, pero cuando abrió la puerta no fue así.
—Joven Park buen día— saludó con una sonrisa el portero, Jimin se dio cuenta como el viejo bajó la mirada cuando lo vio, sabía que no se veía bien y tal vez olía mal, no quería estar ahí... —Hace mucho que no hemos visto a Jungkook ¿Se encuentra bien? Mi esposa y yo estamos preocupados, ella cree que tal vez está enfermo pero es señor Jungkook era muy fuerte obvia—
—No es algo que le importe— intentó cerrar la puerta en la cara del viejo pero este la detuvo —¿Se le ofrece algo más señor James?— dijo Jimin cansado frotándose la sien con los dedos.
—Joven Jimin, usted es un buen muchacho y muy exitoso, cualquier cosa que esté pasando puede confiar en mi— Jimin sintió como si su cuerpo se calentara ¿Que le importaba a este señor? No era nadie, nadie podría ayudarle y menos alguien que solo abría puertos pensó —El-el alcohol al principio pensamos que es la mejor solución pero no es así, es muy joven para acabar así.
—¡Déjeme en paz de una puta vez!¡¿Acaso cree que un extraño puede hacer algo por mi? Es un don nadie ¿Acaso tiene un título de terapeuta que yo no sabía? ¡No! Así que metete tus consejos por donde quiera, dígale a su esposa que también deje de opinar de mi vida y déjeme en paz — gritó Jimin Justo antes de cerrar la puerta de un gran golpe para después desplomarse en el piso y llorar desconsolado, sabía que no era la mejor reacción ni tampoco que podía desquitarse con quien apareciera en su puerta pero lamentablemente la persona que quería nunca llegó.
Lloro por unos minutos más hasta que ya no tenía lágrimas y estaba seco, abrió otra botella y se sentó al lado del teléfono mientras bebía de la oscura botella. Llamó un número y nadie contestó, llamó otra vez y otra vez y otra vez y otra vez y nada, nunca nadie contestaba. Marcaba incontables veces todos los días y nunca nadie contestaba pero esta vez fue diferente porque dejó un mensaje de voz.
—Jungkook, ¿Podrías contestarme? Por favor— sollozó —Perdóname si hice algo, te juro que-que no volverá a pasar pero por favor regresa— seguía llorando cada vez más y más hasta que sus palabras cada vez se atropellaban más— ¡Te necesito! Por favor Jungkook ¿Que hice para que te fueras? Puedo hacer lo que me digas, cambiare por ti lo juro solo no me abandones— otra vez sollozo lo más fuerte que pudo y eso lo quebró, no sabía que había hecho mal y eso era la peor parte, si tan solo supiera que paso —¿Encontraste a alguien mejor que yo verdad?, Ojalá, ojalá, ojalá nunca te hubiera conocido.
Después de esa terrible no llamada se tumbó en el suelo, y siguió llorando hasta que se quedó dormido y para su suerte soñó con él, con esa bonita sonrisa que tenía, esperando que esa fuera la realidad pero cuando despertó, lo único que era realidad era la pesadilla en la que vivía. Se levantó a seguir tomando de su fiel botella pero ya no había nada de ese amargo licor, tampoco había nada en el estante de la cocina, ya todo se lo había tomado y tristemente para alguien que necesitaba llenar un vacío con alcohol, necesitaba más.
Tomó sus llaves, y unos billetes y salió esperando no encontrarse con ningún chismoso que lo detuviera. Cuando salió del departamento se dio cuenta del frío infernal que había en las calles, recordó la última vez que Jungkook y él pasaron el invierno juntos, eso le sacó una sonrisa pero después cayó en un golpe de realidad. Llegó a la tienda de autoservicio, tomó el licor, pagó y salió.
De regreso a su departamento sentía que alguien lo seguía pero esperaba que solo fuera su imaginación pero se dio cuenta que no fue así cuando sintió como lo tomaban por el cuello por la espalda mientras sentía un mental en la altura de su cintura.
—Dame tu teléfono y no vas a salir herido— escuchó que decía la voz a su espalda. Jimin no podía moverse estaba tan borracho que no sabía cómo reaccionar ante este asalto hasta que sintió como la persona revisaba sus bolsillos por si solo hasta sacó el aparato —Ahora camina normal y vete, no llames a la policía o te ira peor— sentía como la persona soltaba su agarre poco a poco hasta que recordó que había algo que no podía dar que se encontraba en su teléfono.
—Por favor, por favor llévate mi teléfono pero da-dame la funda, no me importa el teléfono solo la funda— el tipo lo ignoro y estaba dispuesto a correr hasta que Jimin grito sollozando —¡Lo necesito! ¡Llévate lo que sea pero dame la funda.
De repente la gente se empezó a percatar de la escena que estaba creando lo cual hizo asustar al ladrón el cual rápidamente le arrojó la funda y corrió. Jimin tomó la funda y vio que estaba ahí lo que necesitaba... un dibujo que Jungkook le había hecho el cual atesoraba con su vida, cuando vio el dibujo en sus manos volvió a llorar, sus piernas temblaron y cayó al piso mientras lloraba y la gente lo veía con lastima, como si un perro abandonado se tratase...
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SORPRESITAAA NOCTURNA
wow ya dos años después, nunca creí que lo dejaría tanto tiempo sin actualizar.
Antes que nada quiero agradecer a las personitas que apoyan esta historia, de verdad soy la perdida más feliz, les juro que lo compensaré, tengo muchas historias más que quisiera compartirles 🥺Pero buenooo, que tengan bonita noche! De verdad que muchas gracias por sus comentarios, amo leerlos de verdad que leo todos y cada uno de ustedes y son la cosa que más me motiva a seguir! Muchas gracias 💗
-Zirotani
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𝐿𝐸𝑇𝑇𝐸𝑅𝑆 | 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧
Fiksi PenggemarDonde Jimin y Jungkook se conocieron desde la preparatoria, los dos unidos por el destino haciendo cambiar sus mundos. Pero todo dio un giro cuando Jungkook desapareció por un largo tiempo sin dejar rastro dejando a Jimin con el corazón roto. Pero q...