I
Por fin los nenes están acostados. Hoy fue un día triste para ellos, lloraron mucho. Hasta a mí, que soy su madre y debo mantenerme fuerte, me partió el alma de la muerte de nuestra gatita. Algún desalmado envenenó a varios mininos de nuestro vecindario, incluida ella que estaba embarazada. Pobre Nala.
II
Me apuñalaron, se llevaron mis cosas de valor, y me dejaron aquí tirado entre los arbustos. ¡Qué poco terminó valiendo mi vida! Como la de esos gatos que siempre me estaban molestando. Debieron sentirse como yo ahora. ¡Qué digo! No entienden lo que es morir.
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VINO, MUERTE Y CAFÉ
DiversosUna recopilación de historias sobre la muerte y todas sus facetas; desde el vino que compartimos con ella hasta descubrir cuánto disfruta su trabajo.